José Luis Sevillano pertenece a la década de los 70 cuando todavía no existía una vacuna contra el virus de la hepatitis B una enfermedad que asesinó a miles de pacientes y que a él le mantuvo en jaque durante muchos años.
En estos momentos espera con ilusión y esperanza la vacuna contra el coronavirus que surge fruto de la investigación científica y que entre tanto dolor y sufrimiento ha creado un alo de consuelo, ánimo, bálsamo, fuerza, renovación y lucha.
Señala en la exposición que para La Tribuna de Albacete realiza sobre cómo vive la pandemia del coronavirus, que "la experiencia de tantos años le ha servido para readaptarse a las circunstancias de la vida con optimismo y valentía".
"Espero con ilusión y esperanza la vacuna del coronavirus"Destaca las ventajas que el 'teletrabajo' le aporta en su que hacer diario como si estuviera en el despacho de la Tesorería del Ayuntamiento que es donde trabaja.
El ejercicio físico y la sala de espera del Hospital desde donde recibe impaciente la llamada de sus especialistas para hacer un seguimiento de su trasplante hepático son otras de las cosas que José Luis Sevillano realiza en su día a día.
"Ahora todo tan virtual, tan digital, todo fluye todo cambia. No podemos desperdiciar las oportunidades y las profundas transformaciones que se generan a nuestro alrededor. Nunca cualquier tiempo pasado fue mejor" afirma.