Aunque se afirma segundas partes nunca fueron buenas, con frecuencia ocurre lo contrario, o al menos ese es el propósito de Gregorio Adón (San Domingo, 1991), que jugará la temporada entrante en el Fundación Globalcaja La Roda dos años después de su paso por el equipo rodense. El alero dominicano, que tiene previsto llegar a España el próximo sábado procedente de su país, pretende quitarse la espina de la campaña 2018-2019 y, si todo fuese bien, echar raíces en la localidad rodense.

¿Cómo sobrelleva las consecuencias de la pandemia en su país?

Todo es muy complicado. A los jugadores de baloncesto no nos permiten hacer nada. Las pistas están cerradas y no puedes hacer ningún tipo de deporte. En el país hay muchas restricciones, no pueden reunirse más allá de un número determinado de personas, como en España.

¿Tiene ganas de comenzar el trabajo?

Sí. Después de cancelarse la liga como se canceló el último año y tanto tiempo sin jugar, uno tiene ya ganas de jugar al baloncesto y hacer o que le gusta.

Su regreso a La Roda supondrá una motivación especial.

Estoy bastante contento porque quería ir a algún sitio donde conociera más a la gente y tuvieran aprecio por mí, aunque en el resto de equipos también lo tuvieron. Pero quería ir a un lugar donde conociese la estructura del club y la gente, y también por lo que significa Tito, al que ya conozco, y no emprender una aventura desconocida, con todos mis respetos.

La dirección de Antonio Moya a la que alude también es importante para la gente de La Roda.

Él es de allí, le conoce mucha gente y si eres de casa van a muerte contigo.

Aspirará a completar una buena temporada y también su equipo, no como la última que no se dio demasiado bien.

En lo personal, el año pasado tuve una buena temporada en Gijón y en este me propongo que el equipo llegue lo más arriba posible y jugar en el grupo del ascenso. En lo personal, si tu equipo va bien yo también iré bien por lógica.

¿Cómo surgió la vuelta a La Roda? ¿Le llamaron del club o fue por iniciativa propia?

El año pasado ya intentaron que volviera, pero por cuestiones de contrato y porque íbamos a estar en la misma situación, no pasó de las palabras. Este año me preguntaron si quería volver, me ofrecieron cosas que estaban muy bien y tengo muchas ganas de volver.

El público rodense también le tiene aprecio.

Sé que voy a estar bien, como el año en el que estuve allí, cuando me quedé con ganas de volver.

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