La FFCM espera enviar su protocolo mañana

Juan Carrizo
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Pablo Burillo señaló que «estará centrado en las medidas higiénicas y de prevención» necesarias para el arranque de una competición que se prevé «para mediados de octubre»

Pablo Burillo, presidente de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha. - Foto: David Pérez

El presidente de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha explicó ayer a este diario que mañana viernes «tenemos la intención de presentar a la Dirección General de Deportes de la Junta el borrador de protocolo para nuestras competiciones para su estudio por parte de las autoridades competentes y su aprobación».

Pablo Burillo explicó que dichos protocolos «estarán centrados en las medidas higiénicas y de prevención que deberán tener los jugadores, los clubes y los responsables de las instalaciones, así como el control que se deberá llevar desde la FFCM, porque por nuestra parte no podemos ir más allá. Nosotros no podemos exigir test. Es importante que exista una comunicación fluida y constante entre Federación, la dirección general de Deportes y la consejería de Sanidad».

Burillo pidió «paciencia» y recalcó la necesidad de tener «responsabilidad individual»  para que la competición pueda comenzar y disputarse, teniendo claro que «nos tocará convivir con el virus y por ello está muy claro que el primer punto aquí es la responsabilidad individual de cada uno». En este sentido, señaló la imposibilidad de realizar test como se hace en el fútbol profesional. «Eso en el fútbol modesto es inviable. Aquí de lo que hablamos es de tener un control de la temperatura, cuidarse, desinfectar bien las instalaciones, los autobuses. Si hay algún síntoma, ponerse en manos de las autoridades sanitarias».

Respecto a la presencia de aficionados en los campos, el presidente de la FFCM recordó que «ya existe un protocolo a través de un decreto que sacó la Junta de Comunidades realizado por la dirección general de Deportes. En el caso del fútbol, al aire libre, habla de un 75% de aforo o un máximo de 1.000 espectadores, y en el fútbol sala, como se juega en lugares cerrados, de ese 75% de aforo o un máximo de 300. Es importante que exista esa coordinación entre los clubes y los dueños de las instalaciones para que podamos disfrutar del fútbol, ya que de Segunda B para abajo el fútbol sin público no tiene sentido, más allá incluso que por una simple cuestión económica para los clubes sino por el ambiente que se crea en la ciudad».

 

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