Ponce, Lozano y Coy analizan el momento actual de la Fiesta

P. Belmonte
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La mesa redonda 'Actualidad y Tauromaquia', incluida en el Curso de Delegados Gubernativos, abarrotó el salón de actos del Museo Municipal de la Cuchillería

Pablo Lozano, Joaquín Coy, Enrique Ponce y Justo Polo (de izquierda a derecha), ayer en el MCA. - Foto: José Miguel Esparcia

El programa de actividades programadas en el noveno Curso de Especialización de Delegados Gubernativos de Plazas de Toros celebró por la tarde una mesa redonda bajo el título Actualidad y Tauromaquia, que tuvo lugar en el Museo de la Cuchillería, donde intervinieron el presidente de la plaza de Albacete, Joaquín Coy, el empresario Pablo Lozano y el matador de toros Enrique Ponce, moderados por el inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía y presidente de la plaza de Madrid, Justo Polo, quien comenzó haciendo una semblanza de los intervinientes y excusando a Samuel Flores hijo, que no pudo finalmente asistir.

El moderador lanzó a los intervinientes una primera cuestión que abrió el extenso coloquio que logró despertar el interés de todo el salón de actos, que se encontraba abarrotado por los participantes al curso, así como aficionados y alumnos de la Escuela Taurina de Albacete, acompañados por su profesor Gonzalo González. 

Ante la situación actual de la Fiesta, Pablo Lozano manifestó que se encontraba en «un momento esperanzador», aunque matizó «que la fiesta no debería politizarse, ya que pertenece al pueblo y una plaza de toros es el fiel reflejo del juego democrático y eso hay que hacerlo valer». Por otra parte, Lozano habló de lo que era el trapío del toro, considerándolo como “la suma de muchas cosas, entre ellas el comportamiento, ya que la acometividad del toro es también trapío”. El empresario, apoderado y ganadero, señaló que «entre las décadas de los 70 y 80 se comenzó a hablar del toro-toro, lo que implicó más peso, más caja, más altura, más pitones y todo ello, ocasionó que se perdieran importantes encastes». 

Enrique Ponce se mostró optimista en cuanto al momento que atraviesa la fiesta, «se ha pasado una gran crisis que ha repercutido a los toros y a los demás sectores, aunque hay afición y veo a la gente joven mucho más implicada ante los ataques antitaurinos, ataques a los que no estábamos acostumbrados». 

En cuanto al momento de las ganaderías, el torero también fue optimista, «las ganaderías están en un buen momento y luchan para satisfacer a un público exigente, por lo que los ganaderos se han implicado y actualmente se cría un toro más bravo y más grande que nunca». Ponce también señaló que hay muchos toreros con largas carreras, lo que junto a la falta de novilladas, hace que el escalafón se renueve lentamente, «mañana cumpliré 29 años de alternativa y 30 temporadas en activo y siempre en un momento alto, sin dejar de torear, al igual que otros como Manzanares, Juli o Morante que llevan también un buen número de temporadas en activo, cuando hace años, un matador estaba 10 o 12 años en activo y se retiraban. El momento es más complicado para los que empiezan, pues las novilladas se han reducido y llegan a las plazas importantes con poco bagaje, ya que antes te rodabas antes de ir a Madrid y ahora necesitas ir a Madrid para poder rodarte después».

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