La plaza de toros de Albacete acogió ayer un entrañable acto de homenaje a los subalternos locales organizado por la tertulia taurina Garabato. Un encuentro de profesionales del toro, banderilleros, picadores y mozos de espadas, con el nexo común de ser de nuestra tierra, concentrándose más de un centenar de personas entre profesionales, en activo y retirados y aficionados, donde se pudieron ver, algunos no lo hacían desde hace muchos años, comentar y, sobre todo, compartir un rato de armonía y muchos recuerdos, además de incluso manejar los trastos y poner algún par de banderillas al carretón, con mucha pinturería.
Entre los banderilleros retirados, se pudo ver al decano de todos, Domingo Tormo, muy emocionado a sus 92 años de edad, El Tarta, Antoñés y su hijo Colo, Paco Blázquez, Puchol, Palomo de Albacete, Juan Jiménez Montero Juan Uvas, Manolo Martínez, Fidel Ángel Montero, Juan Pedro Alcantud, Antonio Mármol, Borso, y Gonzalo González, entre los picadores, el decano Juan Cantos Pinpi de Albacete, Ramón Barberillo, Pedro Pío, José Caracol, Diego Aparicio El Turuta y Francisco Ortuñedo Tomatito, además de los mozos de espadas, Pepe González, hermano del inolvidable Dámaso González, Benito López, Juan Espín y Antonio Cañadas, así como algunos en activo, como Pedro Pío hijo, Ricardo Izquierdo Richar, Víctor Martínez y el joven Andrés Manuel Alcantud, además de matadores retirados como José Gómez Cabañero, Sergio Martínez y novilleros de la década de los 60 Manuel Delgado y Rafael de la Viña, tío del matador Rafi de la Viña y Mariano de la Viña.
A este encuentro asistieron el alcalde de Albacete, Vicente Casañ, los concejales del grupo popular, Manuel Serrano y Alberto Reina, y la concejala de Vox Rosario Velasco, quienes departieron con los profesionales y aficionados, para posteriormente hacer una exhibición de toreo de salón, ayudados por los alumnos de la Escuela Taurina de Albacete, donde se pudo ver que el que tuvo retuvo, evolucionando con excelentes maneras con capote y muleta, embestidos por los alumnos de la Escuela, quienes mostraron una gran admiración por los profesionales veteranos, además de colocar excelentes pares de banderillas al carretón, algunos de ellos con más que notables condiciones físicas.
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