Todos los que han nacido y se han criado en el campo saben que no hay nada más sagrado que una linde. Para cualquier paisano de cualquier rincón del mundo, mover un límite o un mojón es una grave ofensa contra el orden natural de las cosas, una herejía que siempre trae consigo las consecuencias más desastrosas.
Por eso, en una región como Castilla-La Mancha, donde la mayoría de los municipios son pequeñas comunidades rurales, la revisión de los límites administrativos entre los ayuntamientos es una empresa muy seria. Una empresa que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) desarrolla en tres puntos de nuestra provincia.
En este momento, los equipos técnicos del IGN están recorriendo la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha para establecer los límites de algunos municipios, como Hellín, Almansa o La Gineta, en la provincia de Albacete, o Puertollano, Miguelturra o la Solana, en la vecina provincia de Ciudad Real.
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