Álvaro Jiménez fue el jugador designado por el Albacete Balompié para comparecer hoy ante los periodistas y trató diversas cuestiones relacionadas con el equipo blanco.

El extremo admitió que la situación clasificatoria es “crítica”, aunque subrayó una y otra vez que el trabajo que se realiza es el correcto. “Si no consigues puntos y los que están por encima sí lo hacen, es obvio que la situación es crítica, pero a pesar de los resultados el equipo está haciendo muy buenos partidos y le hemos podido ganar a cualquiera. En esta categoría te penalizan los errores y remontar un partido es muy complicado”, recordó.

Jiménez, que reveló padecer un esguince de tobillo de primer grado con contusión que se produjo en el partido con el Espanyol, cree que podrá jugar el próximo domingo en Málaga, solicitó apoyo y pidió “que no resten a los que no confían en nosotros”. “Es muy complicado convencer a una persona con hechos en la mano, pero en Girona no se pueden escapar esos puntos y contra el Castellón hacen un cambio para meterse atrás y te ganan el partido”, dijo.

Muy comentado durante la semana fue el empujón que el extremo propinó al médico del club cuando se retiraba del terreno de juego el pasado domingo. A este respecto, el cordobés negó que hubiese empujado al galeno, atribuyendo el revuelo a “una polémica que quieren crear tres personas”.

Pese a todo, el futbolista aseguró que se había disculpado personalmente con Rodríguez-Vallando y acabó relatando así lo acontecido: “Hubo un cúmulo de sensaciones, de frustración, de querer ayudar... Me hice mucho daño, quería seguir para intentar remontar el partido, no podía, quería salir rápido para que entrase otro compañero. Está mal, pero sin ningún motivo de hacer daño públicamente a nadie, ni mucho menos”. “Lo que importa no soy yo, es el Albacete. Le tengo un profundo respeto a todo el mundo, afición, prensa, dirigentes, mi familia y a mí mismo”, zanjó.