Silencio y tambor

M. LÓPEZ
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El Cristo de la Agonía es protagonista indudable de la procesión del Miércoles Santo en Chinchilla, donde sólo se escucha el singular toque de tres tambores que abren paso a la comitiva que realiza un Vía Crucis

Estampa del Cristo de la Agonía. - Foto: M.L.

Desapacible y con mucho viento la noche del Miércoles Santo, las calles de Chinchilla se inundaron de un silencio sobrecogedor, tan solo roto por el toque del tambor característico de esta Procesión del Silencio y Vía Crucis con el Santísimo Cristo de la Agonía y en la que solo desfila la cofradía homónima. En sus orígenes, esta procesión se organizaba el Jueves Santo, al término de la Procesión del Prendimiento. Su singularidad es que se realiza al mismo tiempo un Vía Crucis.

A las 23 horas, desde la Iglesia de Santa María del Salvador, partía la comitiva encabezada por tres nazarenos vestidos de sota tocando el tambor, seguidos de tres nazarenos con la bandera o estandarte representativo de cada una de las cofradías y hermandades de la ciudad, la Cofradía del Cristo de la Agonía portando a hombros la imagen del Cristo de la Agonía y, cerrando la comitiva multitud de fieles acompañando el recorrido con velas y antorchas. Todo ello dentro de un respetuoso silencio lleno de sentimiento y devoción, realizando cada una de las estaciones del Vía Crucis. 

Camino del Calvario. A ambos lados de la entrada a la plaza de la Mancha por la puerta del Arco de la Villa, esperaban Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista para acompañar al Cristo de la Agonía y escenificar el Camino al Calvario. Colocadas las imágenes, junto del Balcón del Sol, se escucharon las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, ante la atenta mirada de cofrades y público congregado.

Por la tarde, tuvo lugar un extraordinario concierto de Semana Santa en la iglesia de Santa María del Salvador por parte de la Agrupación Musical Virgen de las Nieves de Chinchilla. A las 19,30 horas, y presentado por Javier Moisés Mañas, presidente de la Agrupación Musical, comenzó el concierto en el que se interpretó una cuidada selección de marchas procesionales, bajo la dirección de Ismael García Muñoz. La marcha procesional Jerusalén de José Vélez García, dio inicio al concierto, a la que siguieron: Aurora, ¡Mektub!, Pasa la Soledad de José Antonio Molero, Osanna in excelsis de Oscar Navarro, Por un músico de Pedro J. Viso y La Madrugá de Abel Moreno. El público vibró con cada una de las interpretaciones, finalizando el concierto con el Himno de la ciudad del maestro Moisés Davia.

Chinchilla invita a seguir día a día su Semana Santa de Pasión, que ayer prosiguió con su procesión del Encuentro  Doloroso por la mañana.