Legado español en Italia

A.D.
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La ciudad de Cosenza acoge en su casco histórico un Museo Abierto para el que el artista hellinero Goyo Domínguez aportó cinco obras que muestran la huella aragonesa y española en esa ciudad italiana de Calabria

El pintor hellinero Goyo Domínguez ha participado en la creación del Museo Histórico Abierto de Cosenza junto a otros cuatro artistas europeos. Los pintores crearon cinco obras de gran formato cada uno, que se exhiben en las calles de esta ciudad milenaria del sur de Italia.

Goyo Domínguez se encaró de representar la huella de la etapa aragonesa, primero, y española, después en Cosenza, a partir del año 1442. El artista comentó a La Tribuna de Albacete que el proyecto surgió «por una de estas casualidades afortunadas de la vida, porque hace unos años hice una serie de cuadros relacionados con el Renacimiento italiano y la Asociación del Museo Histórico de Cosenza, con galeristas, críticos de arte e historiadores, conocían parte de ese trabajo y contactaron conmigo para ver si me interesaba colaborar».

El trabajo para este museo en Cosenza comenzó a principios de 2014 y «propiamente el proyecto en la ciudad, en abril de este año, con inauguración el 6 de junio. Dos meses de trabajo muy interesantes, porque aunque pases momentos complicados, la prioridad para el grupo era apoyarnos y ha sido muy bonito, a pesar de que cada uno teníamos nuestra mentalidad, gustos pictóricos, e influencias culturas, ya que no sólo estuvimos trabajando entre ocho y 10 horas el día, incluido sábados, también conviviendo casi las 24 horas. El resultado, entonces, creo que ha sido muy bueno, cada uno en su estilo de tal forma que ahora quien vaya al centro histórico de Cosenza, además de la riqueza arquitectónica, que es impresionante, verá 25 paneles que describen gráficamente los puntos neurálgicos se la trayectoria histórica de esa parte de la Calabria».

Se trata de unos paneles especiales de aluminio con unas láminas de resina sintética, preparadas con cal y resina acrílica, con pintura para el exterior, acrílica, y a su vez dos capas de barniz ultravioleta para proteger las obras, que están colocadas en los muros de las calles del centro histórico. Las obras están protegidas con un tejadillo de metacrilato, a lo que se suma una adecuada iluminación y seguro que el cariño y el apoyo de la gente hará que se conserven durante muchos años».

Cada uno de los pintores seleccionados tenía cinco temas para sus murales. El primer panel de Goyo Domínguez fue La revuelta de los Casali que representa la respuesta de los Casali al férreo control a la nobleza y presión fiscal impuesta por los aragoneses en 1442. Un segundo recrea la reunión del Gran y Pequeño Asiento, formado por nobles y ciudadanos electos, respectivamente, que decidieron encontrar los fondos exigidos por los aragoneses para mantener la independencia histórica de la ciudad. En un tercer panel se muestra la visita del emperador Carlos I de España y V de Alemania a la ciudad y «es el panel más festivo en el que desplegué mi típica paleta con el emperador saludando desde su caballo».

La cuarta pintura muestra la masacre de los valdenses a manos de la Inquisición de Felipe II, una de las escenas más duras para el pintor, «porque tenía ahí unos sentimientos encontrados, pero fue muy sanador ya que muestras lo que sucedió para que no se vuelva a repetir».

 La quinta y última pintura representa El milagro de la Virgen de Pilerio que terminó con la peste que asolaba Cosenza, y desde entonces es la patrona de la ciudad.

El trabajo de Goyo Domínguez es figurativo, «pero también incorporo abstracción, en un sentido muy genérico, pintura matérica, collages, porque no se trata de un hiperrealismo fotográfico, tiene margen para la libertad».

Ahora trabaja de cara a futuras exposiciones, en proyectos más personales, también en Albacete.