«Las obras buscan esa luz, esa energía que tenemos»

A.D
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Inés Sánchez Ballesteros presenta en el Ateneo de Albacete su nueva exposición. La artista plástica comentó a La Tribuna de Albacete cómo es este nuevo proyecto, que lleva como título Inspiraciones.

Inés Sánchez Ballesteros. - Foto: Arturo Pérez.

Inés Sánchez Ballesteros presenta en el Ateneo de Albacete su nueva exposición. La artista plástica comentó a La Tribuna de Albacete cómo es este nuevo proyecto, que lleva como título Inspiraciones.

La primera exposición que se monta en el Ateneo desde su reapertura...

Sí, concretamente es en la cafetería del Ateneo. Había posibilidades de instalarla en la planta de arriba, pero para hacerla más cómoda, tenemos la posibilidad de apreciar Inspiraciones mientras tomamos un café.

¿Por qué Inspiraciones?

Porque realmente son como puntazos. Me baso mucho en la naturaleza, en esa inspiración que  todos llevamos dentro y que luego tenemos que sacar. Hay muchos paseos por el parque con mi padre y, por ejemplo, con esas hojas que veo por el suelo, de colores tan variados, que las tengo que reflejar, también me inspiran la tierra, el mar, el aire, los árboles, todo. Toda esa energía, luego sale a través de la expresión plástica. 

¿Tiene puntos en común su  forma de entender el arte con su profesión?

Muchas veces la mente tiende a separar, pero en el fondo, creo que va todo unido. Yo he hecho un máster en arteterapia en el que se trata la terapia a través del color. Me basé en las imágenes y el color para el proyecto de Ventanas violetas, que sirve tanto a la persona que lo está haciendo como a la que lo disfruta, porque se trasladan los  colores a emociones, siempre buscando ese punto más positivo, energía que te traslade a cosas positivas, que den energía a la vida. 

Con respecto a este tema, hace unos días vino María Rozalén a Albacete y tenía ganas de conocerme y conocer el proyecto de Ventanas violetas y estuvimos en el Hospital, en la zona de Pediatría y estuvo viendo los cuadros. El nombre se inspira en su canción. 

¿Una propuesta totalmente distinta la del Ateneo?

Totalmente distinta. Quien hayan visto Ventanas violetas no me van a reconocer, pero a mí me gusta, porque cada cuadro que pinto, más a menos clásico, es un reto. Pero esta forma de expresión es casi una necesidad y como yo lo necesito también, me encantan las explosiones de color, de la vibrar a través de los pinceles, pero como decía, son expresiones totalmente distintas, porque ahora también participo un una colectiva en el Depósito del Agua de la Fiesta del Árbol, con una obra también diferente, no tiene nada que ver.  

¿Una obra dinámica?

Así es, me mantiene más viva, más entretenida una obra dinámica. Según el estado de ánimo, con la pintura también me pasa, cambio, figuración o abstracción, porque las dos formas de entender el arte me gustan, disfruto muchísimo que es de lo que se trata. No me gusta pintar por obligación, porque necesito estar libre para expresarme y, además, tengo que estar bien.  

¿En este caso se inclinó por la abstracción?

Sí, con predominio del color, inspirándome en la naturaleza, con otras cosas que también me gustan trabajar, como los cuadros inspirados en El Principito, con los planetas, así que volvemos a esa magia, a ese mundo, del que tal vez no tendríamos que salir para ese encuentro con tu interior, con ese reencuentro con los valores que nos hacen reconocernos como personas. Todas las obras buscan esa luz, esa energía que tenemos, en la que necesitamos basarnos. 

¿Qué proyectos tiene?

Tengo varios que me ilusionan, hay que terminar de concretarlos y es verdad que ya me han ofrecido la posibilidad de volver a exponer.