«En la cueva de los Chorros si se permanece quieto sorteando los todavía leves arroyos que se dirigen hacia la salida, el agua va transformando su rumor neonato en sonidos que son algo más que palabras… Es lo que el agua dice». Y es lo que dice, o, mejor y para ser exactos, escribe el polifacético –periodista, escritor, profesor, fotógrafo y aventurero- Antonio Picazo en un magnífico, y documentado, reportaje en el número de marzo de la revista Auto, con una enorme tirada en papel que supera los 200.000 ejemplares, además de los que suma en la versión digital. «Hay que ayudar, cada uno en lo suyo, a que esta maravillosa zona de mi tierra sea conocida como se merece», explica a La Tribuna el albacetense.

Y es que a este viajero empedernido que ha recorrido, casi siempre en solitario fuera de los circuitos convencionales, más de setenta países de cuatro continentes –incluidos la mayoría de los del mal llamado Tercer Mundo, sobre los que ha publicado varios libros- le duele que la Sierra, «y otros maravillosos lugares de la provincia», añade, no gocen del prestigio y las visitas turísticas que tanto ayudarían a su economía evitando su despoblación.

De ahí que acogiera con alegría este encargo de Autoclub que es la revista de los socios del RACE, para lo cual, una vez más, se recorrió con detenimiento toda la zona, a la que ya se ha referido en otros reportajes anteriores en Viajar, National Geografic y otras publicaciones, aunque ninguna con esta enorme tirada. El laudatorio reportaje se titula ‘El agua que habla, la piedra que crece’ y lleva el subtítulo de ‘Desconocida para muchos, la Sierra del Segura es uno de esos paraísos nacionales por descubrir’.

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