A sus 23 años hace sólo dos que Tomás Monsalve Urbano se enteró que tenía síndrome de Asperger. Aunque considera que es un chico normal, al que le gusta el mundo de los videojuegos, los cómic y la animación, recuerda lo mal que lo pasó en su adolescencia por la discapacidad que sufre, ya que también está diagnosticado desde pequeño de  TDH. Fue víctima de acoso escolar e incluso contó con el rechazo y la mofa de algunos de sus profesores. Con su historia personal busca visibilizar este trastorno y normalizarlo. Su deseo: encontrar un empleo.

¿Estudia en la actualidad?

Estoy realizando un curso a través de una plataforma online de nivel medio de inglés, porque aunque durante la etapa de la ESO estudié este idioma, necesito mejorar el nivel, sobre todo, en escritura y gramática.

¿De qué le gustaría encontrar un trabajo?

A mí ahora mismo cualquier empleo me sirve. Me suelo adaptar sin dificultad. He trabajado de limpiador en una empresa de limpiezas junto con mi madre. También he trabajado de monitor infantil, y lo cierto es que me gusta más los niños, que la limpieza, pero no me importa volver a trabajar de limpiador donde ya tengo una formación y experiencia.

¿Cuándo se enteró que tenía el síndrome de Asperger?

Hace dos años y la verdad al ser uno de los trastornos del espectro autista y oír esta palabra me dio un poco de miedo, por pensar que era algo malo, y por los estigmas que existen hacia esta discapacidad. Cuando ya en la Asociación Desarrollo me dieron toda la información me quedé más tranquilo. La verdad es que el Asperger no es como otros trastornos que se aprecia a simple vista, y más en la edad adulta.

¿Y de pequeño se ha sentido diferente a los demás?

Sí, muy diferente.Yo por tener TDHhe sufrido acoso escolar. Por mi hiperactividad y costarme más estudiar había compañeros que  me hacían bromas de mal gusto y comentarios que eran muy despectivos. También ha habido profesores que se han reído y burlado de mi, fruto de la desinformación que hay, falta tolerancia hacia las personas con este tipo de discapacidad. De hecho, me cambié hasta cuatro veces de instituto para sacarme la ESO.

¿Qué ha supuesto su entrada en la Asociación Desarrollo?

Yo llegué a la Asociación en el verano de 2019 orientado por mi psicóloga que así se lo aconsejó a mis padres y la verdad es que siempre me he sentido muy a gusto, porque los profesionales de Desarrollo te ayudan mucho y hacen un seguimiento de tu caso. Hacen un buen trabajo y se comprometen mucho con los usuarios del centro, porque me están orientando desde el punto de vista laboral y ayudando a la búsqueda de un empleo.