Desde mediados de agosto, los pabellones de Vereda y Feria de la capital albacetense acogieron a los temporeros que pertenecían al asentamiento ilegal de la carretera de Peñas de San Pedro en el que se detectó un brote de Covid-19 este verano. Esta semana finalizó el plazo de alojamiento establecido por el Consistorio albacetense y las instalaciones municipales dejaron de prestar este servicio.

Desde que se conoció el brote en el asentamiento fueron varios los episodios de tensión que se vivieron en la ciudad. El primero, a mediados de julio, cuando se decretó el confinamiento en el propio asentamiento, lo que llevó a sus moradores a protestar en el entorno de la Circunvalación. Los temporeros fueron trasladados entonces al Recinto de la Institución Ferial de Albacete (IFAB), mientras que todos los positivos pasaron la cuarentena en el pabellón del IES Tomás Navarro Tomás. A principios de agosto, los inmigrantes alojados en la IFAB volvieron a protestar y, entonces, fueron trasladados por grupos a diferentes instalaciones municipales para pasar la cuarentena.

Cuando pasó el periodo de confinamiento, el Ayuntamiento de Albacete habilitó las instalaciones de Vereda y Feria para aquellos temporeros que tenían intención de seguir trabajando en alguna campaña agrícola en Albacete, con el objetivo de que pudieran pernoctar y asearse.

La concejal de Atención a las Personas, Juani García, declaró que este martes quedaban unas 60 personas en los pabellones, de los 130 que llegaron a alojar y, por la tarde, recogieron sus pertenencias y abandonaron el espacio habilitado por el Consistorio.

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