El reglamento 2283/2015 de la Unión Europea, que entró en vigor el pasado 1 de enero, ha despertado un interés especial entre los ciudadanos, más propio de nuestra cultura que de buenos hábitos alimenticios: ¿los insectos serán el alimento del futuro? Ni tanto, ni tan calvo. Para empezar, cierto es que el citado reglamento sobre Novel Food (comida nueva) abre las puertas a la comercialización de insectos destinados al consumo humano, lo que no significa que en un futuro a medio o largo plazo, nuestra dieta esté basada exclusivamente en coleópteros, ortópteros, arácnidos, lepidopteras, himenópteros..., a pesar del alto nivel proteico que contienen.