Los propios autores, Juan Miguel Ortega Terol y José Ramón Gómez Ramírez advierten en la portada que El animalario del oso-indio es una colección de cuentos ilustrados para adultos muy leídos.
El libro, se presenta hoy, con intervención de los autores, a las 20,30 horas en el pub La Luna de calle Concepción de la capital, y además se inaugura una exposición con sus ilustraciones.
El autor de los cuentos, Juan Miguel Ortega Terol, profesor de Derecho Internacional de la UCLM, comentó que «El Animalario es una tabla de salvación para los dos, una forma de encontrarnos, después de ciertas vicisitudes personales, nos juntamos dos amigos y pensamos en crear y compartir algo que nos permitiera volver a la superficie. Los animales son la excusa para encontrarnos dentro de esta selva que es vivir».
Son, dijo el escritor, «nueve relatos con un nexo, que el lector tendrá que encontrar, pero en el fondo son experiencias que lo que pretenden es transformarse en una suerte de balsa para el lector y encontraremos de todo en estas historias, intenciones poéticas, mucha referencia metaliteraria y también textos con contenidos más difíciles, alguna aproximación filosófica incluso».
Confirmó que dos de estos relatos «existían previamente, incluso en La Tribuna apareció un cuento en alguna ocasión, porque para mí escribir es una necesidad. A raíz de un atropello, en la convalecencia, de las conversaciones de José Ramón, fue creciendo la historia; él también atravesó una situación complicada y nos juntamos para salir a flote, el resultado es El animalario del oso-indio, que es fruto de un accidente».
José Ramón Gómez Ramírez, diseñador, ilustrador y fotógrafo, confirmó que «primero fueron los relatos, pero la primera ilustración fue la portada, José Miguel me dijo el título, con ello me puse. Después me volqué con los cuentos, como el primero El oso y el indio Jose, que es como una introducción y te puedo decir que relataba lo que yo había dibujado, llámalo casualidad. A partir de ahí, cada cuento una ilustración y, en contrapunto a esos cuentos, alguno bastante crudo, para adultos, quise darle un toque naíf, un trabajo muy libre, porque he hecho lo que me ha dado la gana, con el estilo que quise y supongo que tomé como referencias a los artistas que me han gustado toda la vida, de cómic e ilustración».
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