Liberbank-Unicaja: Los sindicatos temen ajuste de plantilla

S.L.H
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La entidad andaluza no tiene mucha implantación enCastilla-La Mancha, salvo en la provincia de Ciudad Real donde se hizo hace años con las sedes de Caja Ronda.

Una de las oficinas de Unicaja en Ciudad Real capital. - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ DE MOYA

Suena música de fusión entre Liberbank, entidad que integra a la ya extinta CCM, y la andaluza Unicaja. Según informaron en sendos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ambas entidades estarían en contacto para «analizar eventuales oportunidades» de trabajo en común.

De momento nadie quiere hablar a las claras de fusión, aunque idea está muy avanzada, asegura a este diario el secretario provincial de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT de Albacete, Jacinto Navarro.

Si finalmente esta operación se lleva a buen puerto (tanto Liberbank como Unicaja han roto en varias ocasiones negociaciones muy avanzadas para sus respectivas fusiones), se crearía la sexta entidad financiera del país, por detrás de Bankia y por delante de Bankinter, al sumar casi 96.000 millones de euros en activos. Su cuota de mercado sería del 4% aproximadamente.

Una de las sede de Liberbank en la ciudad de Toledo.Una de las sede de Liberbank en la ciudad de Toledo. - Foto: Víctor Ballesteros

Ambos bancos ya han elaborado unos números preliminares, aunque todavía sin afinar. Así esta unión supondría unas sinergías de ahorro de costes anuales de unos 150 millones de euros. La fusión se produciría jurídicamente por una absorción de Liberbank por parte de Unicaja, ya que prefieren esta fórmula a la de crear una nueva sociedad. El canje que, de momento, está sobre la mesa, pasa por dar un valor del 60% a la entidad de origen malagueña, frente a un 40% a la firma cuyo primer ejecutivo es Manuel Menéndez.

Navarro insiste en que ambas entidades llevan hablando varias semanas, aunque no se lanza a pintar en rojo una fecha en el calendario para la firma de la fusión. Aún, detalla, debe ser avalada por los Consejos de Administración de ambas corporaciones y también por los accionistas.

Lo que sí preocupa, añadió, es la repercusión laboral que toda fusión acaba teniendo. Unicaja no tiene mucha implantación en Castilla-La Mancha, pero sí en Ciudad Real tras hacerse en su día con las sedes de Caja Ronda.

Es en esta provincia donde habrá que vigilar que, en «unos dos o tres años», no se produzcan reajustes «drásticos» de plantillas y oficinas en las localidades donde conviven ambas entidades.

No obstante, al tratarse de bancos con un tamaño y filosofía similar, y teniendo en cuenta que las instituciones europeas «proponen que las entidades crezcan porque un tamaño limitado reduce su rentabilidad», dijo Navarro, la fusión «no es mala cosa». Eso sí, los sindicatos, y en esta caso UGT, buscarán la estabilidad laboral y que «los que se quieran marchar se vaya voluntariamente y con unas buenas condiciones». Obviamente, «las fusiones siempre traen una adecuación de plantillas y de redes», advierte.

Unicaja ya está limpiando su plantilla. El secretario provincial de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT de Albacete recordó que Unicaja firmó este pasado miércoles un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para reducir más del 10% la plantilla durante tres años, una vez completada la fusión jurídica con España Duero (CEISS). La intención del banco andaluz es completar el recorte con bajas voluntarias entre los nacidos antes de 1965. «Está limpiando ya su plantilla», subrayó Navarro.

El ajuste será profundo, pudiendo alcanzar la cifra de unos 700 u 800 trabajadores, informó Navarro, de los casi 7.000 empleados que tiene actualmente.

Este ajuste será gradual durante los próximos tres ejercicios, coincidiendo con un proceso de digitalización a imagen y semejanza del resto del sector, que incluye el cierre de oficinas.

Aunque Navarro insiste en que ahora los contactos para cerrar el acuerdo entre ambas entidades están muy avanzados, cabe recordar que la entidad andaluza fracasó también en su intentó de asociarse con la extinta CCM. La entidad andaluza dio por finalizadas a finales de marzo de 2009 las conversaciones e iniciativas en orden a un posible proyecto de fusión por absorción con Caja Castilla-La Mancha como consecuencia de la intervención del Banco de España en la entidad castellano-manchega. Por entonces aseguró que en su decisión tenía presente «el interés de la entidad y en especial de sus clientes y empleados».