El final de la campaña turística de verano en la provincia albacetense arroja un incremento de entre el 30 y 40 por ciento de visitantes respecto al pasado año, pese a lo cual no se alcanzaron las cifras de la prepandemia.

Pascual Conde, responsable del área de Turismo de la Apeht, comentaba a este diario que «el turista que viene a Albacete en los meses de verano procede sobre todo de destinos próximos: la Comunidad Valenciana, Madrid y del resto de provincias de Castilla-La Mancha, aunque en las semanas centrales de julio y agosto tenemos también turistas procedentes del País Vasco, Cataluña o de Castilla y León, con una reserva media de alojamiento de tres días, aprovechando uno de ellos para conocer la ciudad y el resto para visitar los pueblos y enclaves más significativos desde el punto de vista turístico, caso de Alcalá del Júcar, el nacimiento del río Mundo, las Laguna de Ruidera o Chinchilla de Montearagón».

«Lo que sí hemos notado -continúa el técnico de la Asociación Conde- es que se incrementó notablemente el interés por los lugares naturales protegidos de la provincia de Albacete, de hecho es uno de los folletos que más salida está teniendo en la Oficina de Turismo, junto con las rutas senderistas y las de avistamiento de aves, estamos notando un gran incremento respecto a otras campaña anteriores, porque el turista busca mucho más contacto con la naturaleza».

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