La Delegación de la Agencia Tributaria en Albacete consiguió en 2018 la mejor cifra de recaudación de impuestos desde el año 2007, y vuelve a superar los 500 millones de euros en tasas que responden al Impuesto sobre la Renta, el Impuesto de Sociedades, IVA o impuestos especiales, entre otros. En total, según el informe publicado esta semana por la Agencia Tributaria, de la provincia salieron 524, 75 millones de euros por los distintos capítulos tributarios, 36,8 más que en el año anterior. Es un crecimiento del 7,5% en la recaudación, en sintonía con el crecimiento de recaudación en todo el país (del 7,6%), aunque Hacienda explica que el margen puede ser menor: «Este incremento está afectado por el cambio que se produjo a mediados de 2017 en las fechas de presentación del IVA de los contribuyentes acogidos al sistema de Suministro Inmediato de Información», que desplazó ingresos de 2017 a 2018. Si se corrige ese desplazamiento, los ingresos habrían crecido un 5,4% a nivel nacional, un cambio que también vale para hacer la comparación en la Delegación de Albacete.
El dato de recaudación todavía no llega al de los años en los que llegó la crisis. En 2007 en la provincia se recaudaron cerca de 570 millones de euros por los distintos tipos de impuestos, una cifra que cambió, y mucho, en los años posteriores con la considerable caída de la actividad económica y empresarial, y la disminución de las rentas. La recaudación de impuestos de 2009 en Albacete se quedó incluso por debajo de los 300 millones de euros, y no fue hasta el año 2015 en que volvió a estar por encima de los 400.
solo cuenca por debajo. Dentro de Castilla-La Mancha la recaudación de la Delegación de la Agencia Tributaria en Albacete fue la más baja solo por delante de la de Cuenca, con 178 millones recaudados, aunque también en estas cifras la Agencia Tributaria da una amplia explicación para pedir que los números se manejen con precaución. Explica la Agencia en su informe que los ingresos tributarios de una Delegación «no son necesariamente un buen indicador de la importancia fiscal del territorio ni de la actividad económica en el mismo». Aunque puedan servir de guía, tampoco la variación anual de los ingresos tributarios gestionados por una Delegación es «una señal adecuada del dinamismo fiscal o recaudatorio del territorio». Hacienda explicaba que muchas variables pueden hacer cambiar estos indicadores: «A las perturbaciones que pueden afectar a los ingresos en el conjunto del territorio se unen en las Delegaciones los problemas causados por el cambio en el domicilio fiscal de los contribuyentes, en especial cuando se trata de una gran empresa, o por los procesos de fusión y absorción de empresas». Además, en algunas figuras tributarias, como los Impuestos Especiales, «los ingresos pueden asignarse bien a la Delegación en el que está el depósito fiscal por el que sale el producto, bien de forma centralizada en la Delegación donde tiene su domicilio la sociedad propietaria del depósito».
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