Una joya de la ciencia ficción

Sara Borondo
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El último trabajo de Vanillaware se revela como uno de los tapados del año

Robots gigantescos, viajes en el tiempo, dimensiones paralelas, kaijus… 13 Sentinels: Aegis Rim incluye buena parte de los ingredientes de la ciencia ficción y, además, está ambientado en una de las épocas en las que el género atravesó momentos dorados: los años 80. El último videojuego del estudio japonés de Vanillaware ha resultado ser uno de los tapados del año: llegó a Occidente sin armar demasiado ruido y ha demostrados ser un gran juego gracias a dos ingredientes: un guion excelente y un estilo artístico memorable. 

El juego comienza cuando impacta un objeto cerca de la ciudad de Ashitaba a mediados de los 80. La trama se va desarrollando a través de las historias individuales de 13 estudiantes de un instituto como si fuera un puzle, de forma que cuando avanzas en las historias interconectadas las piezas encajan y ofrecen una visión de conjunto; al principio todo es un poco incoherente pero poco a poco va cobrando sentido. 13 Sentinels es una obra coral que da al jugador el control sobre la forma de ir descubriendo la historia, puede saltar de un personaje a otro o centrarse en  uno, en lo que constituye una  innovadora manera de narrar que implica totalmente al jugador. 

Esa forma casi experimental de desarrollar la trama funciona a la perfección y está jalonada con unos cuantos giros de guion que homenajean desde a clásicos de la ciencia ficción como H.G. Wells a las películas de Kaijus más conocidas. Cuando todo parece estar claro, la historia da un volantazo que desconcierta y lleva a recomponer nuevamente lo que se sabe, de una manera sorprendente y fresca.

La jugabilidad tiene un estilo propio. No se trata, como sería de esperar en un juego japonés con estos elementos, de un RPG tradicional, sino de una combinación de dos estilos. Por un lado, la trama que se va desarrollando de manera muy similar a una novela visual o una aventura gráfica muy sencilla en la que hay que explorar los escenarios y hablar con los personajes que hay en ellos. Hay palabras o momentos que quedan grabados como palabras clave a las que se puede acceder después, es una mecánica que sirve de inventario y para tomar decisiones. El juego tiene voces en inglés o japonés pero los textos están localizados en español.

Por otro lado están los combates, no hay demasiados, son opcionales en buena medida y están separados de la historia. Transcurren en escenarios 3D isométricos que representan la ciudad y los contendientes de manera muy esquemática. Son enfrentamientos de estrategia en los que se controlan hasta seis robots y en los que hay que evitar que los monstruos destruyan el objetivo o maten a alguno de los pilotos de los mechas, que se pueden personalizar. 

Tras la narrativa, el segundo de los elementos más destacados de 13 Sentinels es el estilo artístico. Vanillaware ha cambiado su habitual ambientación de fantasía medieval por otra más actual pero mantiene su personalidad: unos preciosos personajes y escenarios 2D dibujados a mano y con todo lujo de detalles y una iluminación sobresaliente. También mantiene señas de identidad ya vistas en juegos anteriores como la inclusión de algún personaje femenino de generosos senos. 

13 Sentinels: Aegis Rim, que está disponible en PlayStation 4, dejará poso en el jugador por su fascinante manera de narrar la historia y una dirección artística impecable y es uno de los candidatos a juego del año.