«El nuevo poemario está dedicado a todos los niños»

A.D.
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Alfonso Ponce Gómez, uno de nuestros más destacados poetas, regresa con un nuevo libro, La buscadora de estrellas, en esta ocasión pensando en el público infantil

Alfonso Ponce Gómez, poeta. - Foto: Arturo Pérez

Alfonso Ponce Gómez, uno de nuestros más destacados poetas, regresa con  un nuevo libro, La buscadora de estrellas, en esta ocasión pensando en el público infantil. El autor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta nueva obra, ya disponible librerías como Popular y Herso.

Una obra de carácter infantil en este caso.

Así es, La buscadora de estrellas tiene mucho que ver con el nacimiento de mi nieta. Es  que, con anterioridad había escrito y publicado Luz en la mirada, para mi nieto. Por tanto el nuevo poemario está dedicado a Lara y, en realidad,  a todos los niños, más o menos de la misma edad.

¿Qué edad, más o menos?

Pues de unos siete años, aproximadamente, en esos años, muy jóvenes todavía, pero bueno, si no lo captan ellos totalmente, se lo pueden leer los padres también y supongo que igualmente les gustará, al menos es la intención.  

¿Cómo es el nuevo libro, La buscadora de estrellas?

La buscadora de estrellas incluye unos poemas sencillos, breves, como suelo escribir, y muy ingenuos, porque están pensados para los pequeños. 

¿En qué temas se fijó?

Por ejemplo, uno de ellos es El baño con sorpresa, que se refiere a una cebra, El lobo feroz, es otro de ellos, los hay sobre los sueños. Bueno, determinados momentos en los que pienso que los niños tienen un poco de emoción. 

¿Cuántos poemas reúne?

Son 28 poemas, pero que en esta ocasión también están muy bien ilustrados por Fran Martínez Conejero que, con los dibujos, lo mejora muchísimo. Los poemas son muy sencillos, breves y hechos con mucho cariño. Quizá no vayan mucho más allá, pero sí tienen mucha ternura.  

¿Hay muchas diferencias con Luz en la mirada?

Los dos tienen algo en común, pero en esta ocasión sí que me ha costado un poco más porque escribir poemas para niños, siendo mayor, exige un trabajo de introspección, buscar en la infancia. El primero se publicó en 2016 y este costó algo más. En cuanto a los temas, el anterior se fijaba más en la naturaleza, incluso diría que Luz en la mirada podría ser más para mayores, este es más concreto, hay animales y muchos juegos. 

¿Por qué ilustrarlos?

Para un niño de tan corta edad, si va acompañado el poema por un dibujo atractivo, que refuerce la palabra, creo que ayuda mucho. 

¿Cuáles son las sensaciones tras la gran acogida del anterior poemario?

Pues desgraciadamente  en esta situación es más complicado, tengo  unos libros en Popular y Herso, simplemente para que puedan llegar a alguien. No descarto la presentación y si esto mejora, en torno a las fechas del Día del Libro podríamos hacerlo. 

¿Es muy distinto escribir para niños?

Me salen poemas que, aunque son para niños, creo que también pueden disfrutarlos los mayores, porque son sencillos y llegan. Pensando, en ellos, hay que hacerse niño. 

Con la ternura que los he hecho y como el libro está tan bien ilustrado, creo que tengo que estar satisfecho.

¿Qué prepara?

Tengo un par de poemarios que, a lo mejor, si se ajustan  a las bases de algún concurso, los presentaré, porque los terminé hace poco y ya tienen título, A contraluz y La piel del mar. 

Tuvieron unos meses con mucho tiempo para escribir. 

En estos tiempos no me ha dado por escribir cosas de la pandemia. Más bien he pasado de esta situación porque el tema no es atractivo y seguí con mi línea habitual de trabajo, que no es uniforme ni diaria. Mis poemas suelen ser muy breves, como corazonadas, respuestas, muy concentrados, diría.