El trovador del encierro en Toledo

Luis J. Gómez
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Guillerno Shelly ha compuesto 'Juntos somos mar', un himno en tiempos de coronavirus dedicado a aquellos que mantienen su labor en estas duras circunstancias.

Hace una semana y media a Guillermo Shelly el confinamiento «le dio fuerte». Para no ponerse nervioso cogió su guitarra y se puso a tocar, pero lo que le brotó fue una composición sobre estos días de encierro que publicó la semana pasada en su canal de youtube con el título ‘Juntos somos mar’ (para encontrarla solo hay que teclear el nombre de la canción o del artista en el buscador de youtube). «Fue como una escapatoria para no pensar y me quedó muy bonita», comenta a La Tribuna, «me dije, voy a hacer una canción de esta situación, de la solidaridad y el civismo, porque  estamos saturados de energía negativa y no nos podemos imbuir en el dramatismo y mal rollo».

Y de esta forma, Guillermo Shelly, que en su cuenta de Twitter @guishelly se identifica como un ‘trovador andante’, en esta ocasión no puede salir a andar y se ha reconvertido en un trovador del confinamiento.

La escapatoria de aquel día para él fue la música porque esa es su vocación. Estudió Derecho y Económicas, pero cuando terminó le dijo a sus padres que eso no era lo que más le gustaba y sus padres le dieron un año para que lo intentase. Entonces se marchó a una universidad en Boston donde empezó a estudiar música desde cero. En Estados Unidos conoció a Gloria Estefan, a Rosana y montó una banda de jazz con la que estuvo tocando medio año en un crucero por el Caribe.

El trovador del encierro en ToledoEl trovador del encierro en Toledo

De vuelta a España intentó vivir de la música en Madrid, tocando donde podía, en la calle, en el metro, en bares. Pero al final , cuando no pudo más, tuvo que buscar otros trabajos. En estos momentos, este madrileño trabaja como abogado en un despacho de la capital, pero se ha casado con una toledana y vive en el barrio de Azucaica.

Es en este barrio donde está pasando el confinamiento y donde le  ha llegado la inspiración de ‘Juntos somos mar’. La letra habla de Andrés, un chaval que lleva la compra a un hombre mayor, el señor José. O del vecino que hace yoga y lo comparte su saludo al sol por Internet. También habla del pescadero que tiene que ir a trabajar todos los días al súper y tiene buen humor para contar un chiste verde a una clienta. O de Inés que sigue abriendo su bar, pero para preparar unos bocadillos que luego se lleva la ambulancia.

Guillermo Shelly aclara que no son vecinos reales de Azucaica, pero que sí se está inspirando en los ejemplos de solidaridad y cooperación que se están viendo estos días. En algunos casos la inspiración es muy cercana. «El ‘yogui’ es mi mujer, que es profesora de yoga», confiesa, «me inspira mucho verla y es que estuvo compartiendo sus clases de yoga gratis hasta que se lesionó, porque no ha hecho tantas clases de yoga seguidas».

Reconoce que necesita este tipo de inspiraciones porque le gusta hacer letras muy visuales, un poco a lo Sabina. Y también han sido clave los ejemplos de hermanamiento que está viendo en su barrio. «Hay uno que saca los bafles y prepara unos macroconciertos..., que todo el mundo se asoma», comenta.

En el estribillo la letra juega con la similitud entre ‘más’ y ‘mar’ porque concluye que «al final somos gotas». Desde Azucaica como mucho se puede ver el Tajo, pero Guillermo Shelly dice bromeando que él tiene un «fetichismo con el mar» que quizá se  debería mirar. «No sé si es que soy un castellano, como don Quijote, y el mar representa la libertad, espiritualidad, la conexión, porque está en un sitio y en todos a la vez», señala, «cada uno de nosotros está anhelando ser parte de algo más».  

un disco gota a gota. ‘Juntos somos mar’ ha llegado como una ola justo cuando Guillermo Shelly estaba lanzando gota a gota su último disco. «Lo he grabado hace poco y lo estoy sacando single a single», cuenta. Pero quería sacar esta canción cuanto antes por el momento en el que la había compuesto y todo lo que significa.

Explica que él mismo ha hecho la producción y ha tocado todos los instrumentos que suenan, menos el bajo que lo ha tocado Dany Noel. Luego mandó la premezcla a Aurelio Estébanez para que hiciera la mezcla final y masterización. Aquí cada uno trabaja a distancia y Guillermo Shelly reconoce que en el mundo de la música no es algo tan extraño. «Los músicos estamos acostumbrados a trabajar así y el confinamiento es parte de nuestro día a día», expone, «le mando el mp3 a Dany, él graba el bajo y luego se lo mando al ingeniero que lo mezcla». Los coros los ha hecho Julia Calvo y el vídeo lo ha editado Enrique Muñoz de Labuitre. Termina con imágenes de los aplausos y sirenas de las ocho de la tarde y una dedicatoria «a todos los valientes que siempre dais vuestra mejor cara en el peor de los tiempos».