«Ningún programa se acuerda de las bibliotecas»

E.F
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La directora de la Biblioteca Municipal de Chinchilla recuerda a los partidos políticos que «hacemos lo que podemos para estar a la altura, pero no podemos hacerlo solos»

Luz del Olmo, a la izquierda de la imagen - Foto: R.S.

Luz del Olmo es una de las bibliotecarias más reconocidas de la provincia, con varios premios y distinciones nacionales e internacionales a su labor, pero también es una profesional muy comprometida y reivindicativa a la hora de defender el papel social y cultura de las bibliotecas públicas, más aún en esta época del año, cuando la Biblioteca  de Chinchilla, la cual dirige, celebra un nuevo aniversario, 43 años ya desde su creación.

¿Cómo está resultando el aniversario?

Es un aniversario agridulce, porque la Biblioteca de Chinchilla aún intenta salir de una época de recortes muy dura y porque una vez más vemos cómo las bibliotecas son las grandes olvidadas de los programas electorales. Es triste que te encuentres, en el capítulo de cultura que hay puntos para todo, hasta para los toros, pero ningún programa se acuerda de las bibliotecas.

¿Cuánto tiempo lleva en esta Biblioteca?

Media vida, llevo 25 años aquí. El local está en un edificio histórico, pero ya está al límite en materias tan básicas como la accesibilidad. Es cierto que, durante estas elecciones, se ha hablado de trasladarla a un lugar mejor, pero el local es una parte de un problema mayor. Hemos estado siete años con media jornada, que ahora se han corregido, y ahora empieza a haber presupuesto para renovar fondos, pero por ejemplo seguimos sin tener algo tan básico como la prensa, aquí llegamos a tener todos los periódicos que se leían en la provincia y ahora no tenemos ni uno, nada, cuando la hemeroteca es un servicio básico en cualquier biblioteca. 

¿Este olvido de las bibliotecas es intencionado?

Pienso que es más por desconocimiento, aunque debo reconocer que el concejal actual está muy implicado. Las bibliotecas son el servicio cultural decano en los municipios, somos el primer escalón, el más básico, el de la lectura. Pero en los últimos tiempos, a veces nos han tomado por lo que no somos, no somos ludotecas, no somos centros de internet, podemos tener puntos en común, colaborar, pero no somos nada de eso. Nos hemos quedado un poco relegados, y también tenemos que cambiar, adaptarnos a las nuevas demandas sociales, pero sin más recursos no se puede.

En 25 años, ¿cuál ha sido el mayor cambio que han experimentado las bibliotecas?

El mayor cambio fue la irrupción de la informática, tanto a nivel interno, en la gestión de las bibliotecas, como por la aparición de nuevos formatos, de nuevos métodos de acceder al conocimiento. Pero aquí también hay cosas a medio hacer. En 2010, entramos en la red de Bibliotecas de Castilla-La Mancha, lo que supuso darle al usuario acceso al catálogo de todas las bibliotecas de la comunidad , pero también este programa se quedó a medias, porque había una fase en la que las bibliotecas, todas, debíamos homologarnos, para funcionar como una auténtica red y los municipios no tenían los recursos para hacer la parte que les correspondía.

¿Y han cambiado mucho los usuarios?

Han aparecido nuevos colectivos. Siguen los que ya estaban, por ejemplo la comunidad escolar local, con la que tenemos una intensa colaboración, pero el número de usuarios mayores no deja de crecer y con nuevas demandas, son muy activos, muchos de los clubes de lectura están muy ligados a ellos y los bibliotecarios de esta provincia nos formamos, innovamos, hacemos lo que podemos para estar a la altura, pero no podemos  hacerlo solos, todo no, necesitamos el apoyo de los poderes públicos.