El almanseño Raúl Cuenca cumple su segunda temporada en el CB Almansa como preparador físico, aunque la categoría ha obligado a un distinto organigrama del primer equipo, más numeroso donde cada uno tiene delimitadas sus funciones, a pesar de ello y rodeados del buen ambiente que se respira en este club, asegura que «aquí todos hacemos de todo».

En este sentido, esta temporada al estar su parcela más delimitada se dedica casi «en cuerpo y alma» a la preparación física, «ya que este año los jugadores necesitan más atención, más trabajo, hemos apostado por esta idea».

La preparación física «comienza con una evaluación del estado de salud de cada jugador, con reconocimientos médicos obligatorios, así como diversos test internos que realizamos para obtener información, para a partir ahí y de los resultados, hacer un planing individualizado con las necesidades de cada jugador, intentando buscar el objetivo número uno que debe ser, que los jugadores no se lesionen, que puedan estar disponibles el máximo tiempo posible en cancha e intentar afinar para que lleguen a correr más, a saltar más, y a tener un estado de forma lo mejor posible».

Dependiendo de cada semana la preparación física va cambiando, ya que varía de una, dos o tres sesiones de gimnasio «hay algunos jugadores que necesitan unos objetivos totalmente diferentes a otros, no puede ser lo mismo para un base como Cardoso, que para un pívot como Kyle Rowle o Maxwell».

Tanto Kyle como Maxwell fueron las dos últimas incorporaciones del CB Almansa, la adaptación ha sido distinta ya que su llegada tres o cuatro semanas más tarde ha requerido trabajar de forma individual con ellos, aunque Cuenca afirma que «cuando den ese pasito que les queda yo creo que el plus que le van a dar al equipo va a ser mucho».  

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