«Nunca se suspendió una intervención por falta de sangre»

Teresa Roldán
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«La Hermandad forma parte de la planificación diaria del Centro de Transfusión»

Santiago García, médico del Centro de Transfusión Regional de Albacete - Foto: Rubén Serrallé

Natural de Villarrobledo, la trayectoria profesional del doctor Santiago García va unida al proceso de la donación de componentes sanguíneos. Médico primero del Banco de Sangre y después del Centro Regional de Transfusión de Albacete y Cuenca, tras un primer periplo en los servicios de Urgencias de Almansa, el doctor García, que a sus 63 años de edad ha decidido jubilarse para disfrutar en familia de esta etapa de su vida, colgará su bata blanca de médico el 20 de abril, último día laboral en el Hospital General. Vinculado durante buena parte de su vida laboral a la Hermandad de Donantes de Sangre, como donante y como directivo de la asociación, será reconocido con la Mención Amigo del Donante, un gran orgullo.

¿Cómo empezó su vinculación primero con el Banco de Sangre y después con el Centro Regional de Tranfusión?

Yo estaba trabajando en el servicio especial de Urgencias de Almansa y el doctor Rubio que acaba de incorporarse como director del Banco de Sangre del Hospital General, pidió a la dirección la posibilidad de aumentar la plantilla de cara a la donación, porque el grueso de la actividad que a este respecto se hacía en la provincia la llevaban a cabo hospitales de fuera de esta provincia. Por ello, viendo los caminos que tomaba la medicina y en concreto el Hospital de Albacete de aumentar  especialidades iba a ser necesario aumentar los consumos de componentes sanguíneos y había que diseñar un plan de donación para años futuros, y ante la imposibilidad de ocuparse de esta nueva tarea, el entonces gerente del Hospital, Antonio Marrón, me ofertó a mí esa plaza como médico generalista.

En esos 32 años que ha estado como médico del Centro de Transfusión de Albacete ¿cuál ha sido la evolución de este Centro?

Cuando yo llegué aquí era el año 88 y entonces estábamos en la época de gestión del Insalud, dependiente del Ministerio de Sanidad. Se realizaban extracciones de sangre en toda la provincia, pero la mayoría no las hacíamos nosotros. Por ejemplo, a Villarrobledo venían desde Madrid, a Hellín de Murcia, a Caudete de Valencia y desde Valencia se ocupaban de La Roda, Almansa, Tarazona de la Mancha, etc. Y claro está nosotros no nos quedábamos con esa sangre. Nosotros por los consumos que necesitaba el centro hospitalario, que en esa época no contaba con los servicios de Oncología ni Hematología, ni muchos otros de los que dispone hoy en día, nos ocupábamos de las extracciones en los pueblos pequeños y los únicos grandes que hacíamos eran Tobarra y Villamalea.  

El diseño del plan de hemodonación contemplaba que a partir del año 94 el Hospital se ocupara de hacer las extracciones de toda la provincia, por lo que de forma paulatina fuimos ampliando el número de localidades, a excepción de Hellín, que estaba en proceso de apertura de un nuevo hospital, que se dejó un par de años más, hasta que se descartó que fuera a tener Banco de Sangre. Dado que en esos momentos nos sobraban componentes sanguíneos, en concreto, hematíes, el Hospital suscribió un convenio con el Hospital madrileño Gregorio Marañón. La sangre la extraíamos nosotros y la procesábamos y tras colectas en pueblos grandes venían desde este centro hospitalario y se llevaban la mitad o dos tercios de esa sangre para su uso. Poco a poco nuestros consumos fueron aumentando y el programa de colectas cambió. Entre el 94 y el 98 el objetivo fue llegar a todos los pueblos de la provincia de más de 1.000 habitantes, con un mínimo de dos o tres visitas al año a cada pueblo. La donación nosotros la hemos concebido siempre como un derecho y como un deber del ciudadano. Para ello nuestro trabajar era acercar el sistema de donación al donante. 

¿Cuándo nació el Centro Regional de Transfusión de Albacete y Cuenca con sede en nuestra ciudad?

En el año 2009 nació el Centro de Tranfusión y se nos integra para este proyecto la provincia de Cuenca, con lo que se empezaron a realizar colectas en esta provincia con los mismos criterios que se seguían en Albacete, y con el mismo plan de hemodonación, con las variaciones sociales que se han impuesto. Por ejemplo antes las colectas grandes se hacían en sábados y domingos y los pueblos pequeños en días laborales, planificación que con el paso del tiempo ha ido cambiando, porque el hospital ya no necesitaba ingresos de sangre tan grandes, sino más continuados y periódicos.