El pasado lunes se cerró el mercado más extraño que nunca, como todo lo que rodea en estos momentos el fútbol y el deporte en general. Que tuviera que alargarse la pasada temporada ha tenido como consecuencias que la pretemporada de la nueva sea corta  y que la ventaja de verano se haya trasladado al otoño.

El Albacete se salvó la pasada temporada en el último suspiro, con el penalti anotado por Makiel Mesa en Cádiz cuando el reloj marcaba las horas. A pesar de ello, la renovación de la plantilla ha sido similar a la de la pasada campaña, en la que Alba peleó por los playoff de ascenso. Muchas más bajas que altas y la mayoría de las incorporaciones jugadores jóvenes con proyección que tienen todavía que demostrar que son válidos para la categoría.

El inicio no ha sido el esperado y las dudas generadas están ahí, pero la plantilla es la que es y ya no se puede retocar hasta el mercado invernal.

El director deportivo hará balance hoy de la plantilla formada para afrontar una temporada que se ha puesto cuesta arriba a las primeras de cambio, al sumar solo un punto en las cuatro primeras jornadas. El Albacete dio la baja hasta a 15 jugadores durante el mercado, aunque dos de ellos, que estuvieron en calidad de cedidos, han regresado ya en propiedad tras rescindir con su anteriores clubes. Es el caso de Álvaro Jiménez y Chema Núñez, que entran dentro del grupo de las 10 incorporaciones realizadas por el club.

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