La tercera jornada del Festival Internacional de Música Barroca, Femuba, llevará al Auditorio Municipal hoy, a partir de las 20 horas, a uno de los más importantes intérpretes europeos de violoncello barroco, Josetxu Obregón, que ha escogido para el recital las Suites, de Johann Sebastian Bach.
El músico explicó a La Tribuna de Albacete que eligió a Bach para este recital «porque me dedico a la interpretación histórica del violoncello y, dentro de ese repertorio, que es el mío, la obra culmen, la más impresionante para el instrumento, es esta colección de seis Suites de Bach y, cuando surge la oportunidad de un recital de violoncello, dentro de mi especialidad, siempre Bach tiene un papel importante. A veces lo combino con otros autores, pero en este caso, por decisión conjunta, de Andrés Alberto Gómez y mía, haremos un programa monográfico, con tres de las seis Suites que compuso».
Para Josetxu Obregón, además, «las tres elegidas, por sus sonoridades, re menor, sol mayor y do mayor, me parece que resultan muy interesantes en concierto, pensando también en todo tipo de público, porque encontraremos aquí el Preludio de la primera Suite, que puede ser la obra más popular de violoncello de todos los tiempos, o las Bourrée de la tercera, muy conocidas. Así, que podemos atender a todo tipo de público que acuda, tanto a los melómanos como a los que no conocen la literatura para este instrumento».
También habló el músico de un tema logístico, «porque Bach escribe las cuatro primeras suites para violoncello normal, la quinta la escribe para uno de una afinación diferente, y la sexta la escribió para uno de cinco cuerdas, que tengo y uso, pero es un problema viajar con dos instrumentos, por eso en los conciertos monográficos de Bach suelo hacer esta combinación que funciona muy bien para el público, es una gran elección».
Apuntó Josetxu Obregón que un recital de estas características está pensado para todo tipo de público y «garantizo que a parte de ese público le pasará que reconozca, por ejemplo el Preludio de la primera Suite, que todos hemos oído en múltiples circunstancias y pasa lo mismo por las Bourrée de la tercera o el Preludio de la segunda también, que es más melancólico, entonces es un programa para todos, que a nadie le dé miedo prensar que escuchará un violoncello solo en todo el concierto, al contrario, es una maravilla, música muy bonita, bella y apropiada para todos, con esta aproximación desde la interpretación histórica».
Es distinta la sonoridad y cambia, confirmó, bastante si se usa o no un violoncello barroco, «porque este como otros instrumentos estaba en evolución constante y como también es distinta la manera de interpretar, suena muy diferente y en mi opinión el timbre del violoncello barroco es más bonito, es natural y todo aquel que escuchó estas Suites con violoncello moderno, les va a sorprender, espero que para bien. Ante todo, es el instrumento para el que compuso Bach».
Subrayó Obregón el genio de Bach, «sin duda hay muchos en la historia de la música y siempre es difícil hacer comparaciones, pero Bach es, permíteme, una barbaridad, la cantidad, la calidad de su obra y cómo innovó para cada instrumento y hablamos que el violoncello barroco hasta esa fecha había tenido pequeñas incursiones pero, de repente Bach escribe una colección de seis Suites y luego, nadie ha hecho nada tan gordo, tuvimos que esperar hasta tiempos muy modernos, a Reger o Britten».
Aunque no hay margen a la improvisación sí apuntó el músico que era habitual en el barroco, «pero Bach suele especificar mucho y está todo escrito, ahora bien, los músicos que estamos muy acostumbrados a este repertorio y este periodo, hemos estudiado mucho sobre los adornos que se ponían y hay una serie de libertades que podemos tomar, ornamentaciones que nos acercan más a aquella época incluso».