La primera pregunta es casi obligada: ¿qué hace un ingeniero industrial en la jefatura de un Servicio Contra Incendios?

Para ocupar este puesto era requisito imprescindible tener una formación técnica muy elevada por las actuaciones que se realizan y la variedad de materias que se gestionan. Hay que tener conocimiento de estructuras, ingeniería, formación, capacidad de gestión de recursos humanos y materiales, prevención de riesgos...

¿Por qué optó a esta plaza? ¿Qué pensó que le podía aportar ser jefe del Servicio Contra Incendios?

Es un reto personal. Por un lado, me sentí valorado cuando el Ayuntamiento me propuso que me presentara a la plaza; por otro, quería salir de mi zona de confort y enfrentarme a un trabajo nuevo. 

¿Y qué le puede aportar usted a un parque de bomberos que ha cumplido 157 años?

Las ganas y la ilusión de hacer las cosas bien, de conseguir proyectos nuevos y de remar junto a mis compañeros hacia adelante.

¿Cómo están siendo los primeros contactos con el servicio? 

La entrada fue gradual gracias a los compañeros de la planta de Dirección. Estaban a la espera de que la jefatura se ocupara  y poco a poco he ido conociendo los temas más importantes. Lo primero que hice fue conocer a todos los trabajadores de Dirección y al personal de los turnos. A partir de ahí he ido recibiendo las demandas y ya las estamos valorando y trabajando sobre ellas.

¿Qué Servicio Contra Incendios, qué parque de bomberos, se ha encontrado?

Me he encontrado un servicio muy completo, muy autónomo, muy bien formado y bien equipado. Esperaba problemas en el engranaje, pero aquí funcionan muy bien. Tienen una inercia y una estructura muy bien montada sobre la que hay que seguir trabajando para que se mantenga, siga fuerte y para que todo el mundo sepa lo que tiene que hacer.

Antes de la crisis económica de 2008 se llegó a proponer la apertura de un retén de emergencias por el barrio de Medicina. ¿Lo ve necesario?

Mientras el tiempo de respuesta no se nos dispare, no necesitamos un segundo parque. Hay que tener en cuenta que para llevar a cabo la formación especializada es conveniente que los turnos estén agrupados. Un segundo parque nos obligaría a dividir el turno y la forma de trabajo sería distinta. No es una cuestión solo de ubicación física, eso es lo de menos, sino de que el equipo de trabajo tiene que estar cohesionado y nunca dividido.