Llegando al final del curso 2020-21 y ya casi preparando el nuevo curso hoy nos hemos acercado a la clase de religión hablando con una de sus profesoras, Carmen Jiménez Tejada.

¿Cuál sería su valoración sobre el final del curso 2020-2021?

Para mí el curso ha estado lleno de contrastes, la alegría por el curso que comienza de manera presencial junto con la preocupación de convivir con el coronavirus en el instituto y el reto de la utilización plena de las plataformas educativas contribuyen a valorar el curso como raro, estresante y duro, debo decir a la vez que los alumnos nos han dado una lección de adaptación y aceptación a esta situación extraordinaria, los chicos han estado geniales. Hay que felicitarlos.

Además de la clase de religión, ¿desde el área se organizan otras actividades dirigidas a todo el centro? Campañas, debates, eventos, excursiones...

Este año estamos un poco más limitados por la pandemia por el coronavirus, pero siempre estamos tratando de innovar de una manera creativa en nuestra labor docente, tratamos de involucrar al resto de los departamentos y organizamos eventos de todo tipo sobre todo en los tiempos litúrgico, también en la animación de días internacionales, recogida de alimentos, mercadillos, semana de la solidaridad, excursiones culturales y religiosas, cartelería y decoración del centro… 

¿Qué cree que aporta la clase de religión al alumno?

La asignatura de religión se lleva a cabo en relación con los demás saberes que se transmiten en el centro educativo, integrándola armónicamente en el conjunto de los conocimientos que concurren en el proceso de aprendizaje del alumno. 

No solo se trata de trasmitir conocimientos, sino también de acompañarlos en su crecimiento como personas, de favorecer en ellos actitudes de cambio y conversión en sus vidas, de ayudarlos a interrogarse y darle sentido a su vida. Uno de los ejes que se trabaja en el aula es la Educación de la Interioridad como lugar de encuentro.

¿Su trabajo en el centro es valorado y visto como una tarea que contribuye al desarrollo integral del alumno?

Abrir diálogos para invitar a reflexionar sobre la dimensión religiosa y espiritual como parte integrante del ser humano es un auténtico desafío, por ello acercar esta perspectiva de la clase de religión y su presencia en el aula es un trabajo constante tanto en el instituto como en la sociedad.

Una vez que se superan estas cuestiones la labor del profesor de religión es reconocida, valorada y vista como necesaria. 

En las nuevas leyes educativas se habla mucho de capacidades y de actitudes. Si no se educara la capacidad de admiración, la capacidad de interrogación y de búsqueda, que son capacidades propias del interior de la persona, ¿cree que la formación del alumno sería integral?

La optativa de religión forma parte de la formación integral de nuestro alumnado. Es formación en conocimientos, valores, destrezas, que junto al desarrollo de la inteligencia emocional y de la inteligencia espiritual y la aportación de conocimientos y saberes, colaboran en la educación globalizada e integral de la persona. La religión está presente en nuestro arte, en la literatura, en la historia, en las celebraciones populares, en nuestro entorno, en nuestra cultura, en nuestras fiestas, en la gastronomía… Es el eje vertebrador que da identidad a toda sociedad.

¿Qué les diría a unos papás para que apuntaran a sus niños a la clase de religión?

Es una asignatura escolar de libre elección para el alumno, les ayuda a plantearse y encontrar respuestas les ayudan a conocerse y a interrogarse. Educa a los alumnos como ciudadanos libres, críticos, participativos y solidarios. Los contenidos que se ofrecen tienen el mismo rigor académico y con los mismos instrumentos didácticos y pedagógicos que el resto de asignaturas.

En esta entrevista hemos hablado con alumnos de la clase de religión de 3º de la Secundaria y de Bachillerato, a quienes hemos preguntado cómo trabajan en la clase de religión.

En clase de religión trabajamos con dinámicas que nos invitan a la reflexión, a la empatía y asertividad, utilizamos métodos distintos a los tradicionales. Usamos actividades divertidas para dar a conocer los valores cristianos y aprendemos a respetarnos entre nosotros ayudándonos a ser personas libres.

Nos hace pensar, reflexionar, elaborar un pensamiento crítico, con trabajos cooperativos y con labores serviciales.

¿Qué habéis descubierto en la clase religión?

Que no todo es como parece, hemos aprendido a despertar el sentido crítico, que los problemas repercuten a todo el mundo porque estamos conectados. Que de alguna manera somos corresponsables.  Se debería llamar también valores cristianos, porque estamos trabajando los valores que nos da Jesús.

La gran influencia que tiene la religión en el arte, la pintura y la construcción de las Iglesias.

¿Qué os aporta la clase de religión a vuestra vida?

Autoconocimiento, respeto a uno mismo y a los demás, empatía, humildad, agradecimiento y expresión emocional, saber abrirse a los demás, a ser mejor persona, ayudar y comprender.

A nosotros nos hace sacar nuestro punto de pensamiento crítico, nos hace ponernos en el lado de la otra persona, a través juegos de roleplay y con diversas dinámicas nos respetamos unos a los otros poniéndonos en un papel lo contrario a nuestra persona, nos hace ver más allá.