La Policía Local de Tobarra impuso unas 35 denuncias a otros tantos conductores por distintos motivos y denunció a siete personas “por no llevar mascarilla” durante los días de la pasada Semana Santa, en los numerosos servicios prestados entre el domingo de Ramos y el de Resurrección. Por áreas, según la información a la que ha tenido acceso La Tribuna de Albacete, en lo relativo al tráfico, los agentes de la Policía Local, que intervinieron en 18 controles preventivos en las entradas y salidas de la ciudad, “con el fin de garantizar el cierre perimetral de la Comunidad Autónoma”, y en 12 actos de regulación, destacan las dos denuncias por pruebas positivas de alcoholemia y una por delito contra la seguridad vial, y también intervinieron en dos accidentes de tráfico, uno con daños materiales y el otro en el que se produjeron lesiones. En cuanto a los servicios realizados para vigilar el cumplimiento de las medidas establecidas contra el Covid-19, 25 fueron para vigilar los locales públicos y 35 para el control de terrazas que dieron como resultado la suma de dos denuncias, una de ellas por tenencia y consumo de sustancias estupefacientes en la terraza de un local público y la otra por que se sobrepasó el número de personas establecidas. La Policía Local también tuvo que intervenir en seis ocasiones por “molestias y quejas de vecinos” y en cinco para vigilar el cumplimiento del horario del toque de queda; 16 para controlar e impedir que se realizaran botellones, y 10 controles preventivos del consumo de alcohol y drogas. Actuaron para auxiliar a un enfermo mental, se frustró una tentativa de robo, se realizaron seis vigilancias de órdenes de alejamiento y se auxiliaron a ocho ciudadanos por distintos motivos. De igual manera se denunció ante la subdelegación del Gobierno a una persona por “alteración del orden”. Por otro lado, se ha presentado la Memoria de Servicios de 2020, en la que el Jefe, José Francisco Villaescusa, comenta que se ha dado “la situación más difícil que ha vivido nuestra Policía Local, con una plantilla mermada de personal por jubilaciones, policías en aislamiento por el Covid-19 y con escasos recursos materiales, pero nos hemos movilizado con profesionalidad, estando a la altura de las demandas de nuestros vecinos, con ilusión, sacrificio y riesgo”. “Esta situación de emergencia”, según Villaescusa, “ha introducido elementos de excepcionalidad en nuestra vida familiar, social y sobre todo laboral, sometidos como Policías a la constante presión que ha supuesto nuevas responsabilidades, al ser los encargados de velar por el cumplimiento de muchas medidas relativas al confinamiento de nuestros vecinos, a su movilidad, consumo, trabajo etcétera”.