La noche electoral en la sede del Partido Popular de la calle Muelle fue un reflejo de los resultados cosechados por el proyecto de Pablo Casado, un proyecto que también supuso los cambios a nivel regional, con Francisco Núñez como presidente, y provincial, con Vicente Aroca que tomó el testigo de Núñez. Pocos de los dirigentes populares siguieron el escrutinio desde el principio anoche en las oficinas del partido, cuando las encuestas y los primeros resultados ya avanzaban que el final no iba a ser el deseado. Poco antes de las nueve y media llegaba a la sede Carmen Navarro, candidata al Congreso y única congresista electa, quien sí repetirá en el parlamento como representante de la provincia . 

En la sala de prensa esperaban desde esa hora los primeros periodistas, que seguían también la evolución del recuento, aunque con menos personal de los medios de comunicación que en otras ocasiones. Antonio Serrano, candidato al Senado, también estaba desde el primer momento en la sede,  en los despachos, mientras un televisor sin sonido en la sala de prensa reforzaba el ambiente de pesimismo.

También estaba en la sede el alcalde de la capital, Manuel Serrano, quien acompañaba a los demás políticos en uno de los despachos para ver en tiempo real la evolución de los sufragios y comprobar in situ la sorprendente subida de Ciudadanos y la irrupción de Vox, con esos casi 34.000 votos en Albacete. Algunos de los asistentes al escrutinio en la sede comentaban a lo largo de la noche que incluso esperaban una subida mayor de votos del partido de Santiago Abascal, y que en efecto era una sorpresa el resultado de Ciudadanos, tanto a escala nacional como autonómica y provincial. «Al final el único que ha tenido razón es Tezanos», decía un joven de Nuevas Generaciones, en alusión a José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyas encuestas, blanco de las críticas, han terminado siendo una imagen muy parecida el resultado final de los comicios.

Más información en edición impresa