'El infierno y tal', una bufonada perversa en 10 minutos

V.M.
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El último cortometraje de Enrique Buleo participará el día 21 en la sección competitiva del Festival Internacional de Cine de Gijón

Un instante del rodaje del corto ‘El infierno y tal’, que se desarrolló en La Manchuela conquense. - Foto: E.B.

El director de cine Enrique Buleo, que recibía en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Albacete el Premio al Creador Local, concedido por La Tribuna, marchará en breve a Gijón para presentar su último cortometraje, El infierno y tal, en la sección competitiva del prestigioso certamen de la ciudad asturiana, que se celebra entre los días 15 al 23 del presente mes.

Nacido hace 40 años en Villanueva de la Jara y afincado en Albacete desde el 2006, Buleo estudió Bellas Artes en Cuenca y realizó más tarde un máster en Dirección Cinematográfica en la Universidad de La Laguna. Comenzó a rodar sus primeros cortos antes de finalizar la carrera y retomó esta faceta artística hace ocho años. Confiesa que entre sus proyectos figura el salto al largometraje, «de hecho estoy ahora mismo trabajando en el guión de mi primer largo, solicitando ayudas de desarrollo de guión, en principio se va a llamar Cuentos lóbregos y será una película episódica, con siete historias dentro que transcurren en un mismo lugar y tienen ciertas características temáticas y atmosféricas comunes, aunque son totalmente independientes; mi intención es presentarla a Abycine Lanza para conseguir ayudas a la producción y que el proyecto pueda ver la luz».

En cuanto al corto que presentará el jueves, día 21, en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón 2019 , Buleo desvela que fue rodado en la zona de La Manchuela conquense en junio de 2018, aunque el proceso de postproducción fue algo largo;una vez montado lo hemos tenido un tanto apartado para poder estrenarlo en Gijón, de hecho ahora lo estamos empezando a mover más y tenemos previstas otras dos selecciones en Aguilar de Campó y Cartagena, también me gustaría presentarlo en Abycine».

El realizador define este trabajo como «una bufonada perversa, porque es una historia algo rocambolesca que mezcla elementos cómicos y dramáticos, yo siempre digo que es comedia macabra; está ambientado en un pueblo de Castilla-La Mancha y cuenta el día en la vida de una chica que vive en un infierno personal del que se siente incapaz de salir, a lo que se añade una situación muy tóxica con los padres».

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