Mientras todo el mundo centra la atención en un eventual regreso a la competición por parte de los equipos de Primera y Segunda División, los jugadores de categorías inferiores atraviesan, en general, por dificultades económicas derivadas de la crisis motivada por el Covid-19. Es el caso de la Segunda División B, categoría que ni siquiera conoce el desenlace de la temporada 2019-2020. Marc Rovirola y Eloy Gila formaron parte de la plantilla del Albacete Balompié que consiguió el último ascenso a Segunda División en la campaña 2016-1017. El primero de ellos salió del club en febrero de 2018, cuando Enrique Martín no contaba con sus servicios y ni siquiera disponía de ficha. Ahora forma parte de la plantilla del Atlético Baleares, líder del Grupo I de Segunda B. Por su parte, Gila, autor del gol que dio al Albacete el aquel ascenso en Mestalla, juega en el Cornellá, cuarto clasificado del Grupo III. Ambos comparten destino y, por tanto, malos momentos en esta crisis. «En mi caso tengo suerte, porque mi pareja sigue trabajando desde casa y, aunque los ingresos hayan disminuido, entre lo que sumamos los dos aún vivimos suficientemente tranquilos», explicó Eloy Gila, que detalló así los problemas que padecen muchos de sus compañeros: «La situación general de los futbolistas de la categoría es bastante complicada, sobre todo para los jugadores de fuera que tienen que pagar alquileres. Algunos han pedido regresar a casa para pasar mejor este periodo económicamente». Al sabadellense el contrato con el Cornellá se le acaba el próximo 30 de junio, pero se muestra optimista. «Yo todavía no me preocupo por esto porque están saliendo muchas noticias y aún no se ha decidido nada. Estoy tranquilo y preparado para lo que pueda pasar. Supongo que entre la federación y los clubes se llegará a un acuerdo para solucionar este tipo de problemas», indicó, y considera muy complicado que se vaya a concluir la temporada «porque son muchas las medidas sanitarias que deberían ponerse en práctica y, si ya les costará llevarlas a cabo a los equipos de Primera y Segunda, imagínate a nosotros». Marc Rovirola expuso así su situación: «Vivo en Palma de Mallorca y aquí los alquileres son caros. El dinero que te da el ERTE es el que te dejas en el alquiler. Así que los gastos de comida y de la casa te hacen perder dinero». (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)