Operarios municipales proceden a realizar un tratamiento contra la plaga del picudo rojo aplicando el que se considera más efectivo en cada momento desde 2012, año en el que se detectó el insecto en la localidad. Desde entonces, en distintos meses del año, se aplican las medidas preventivas y correctoras necesarias en los palmerales públicos, para evitar la propagación de esta plaga “aunque es preciso que los vecinos que tienen palmeras privadas, conozcan que hay un tratamiento que se les puede indicar desde el Ayuntamiento, en caso de que la detecten, ya que una vez que aparece, se propaga con gran rapidez y es muy difícil contenerla”, según explican desde los servicios municipales.  De acuerdo con estos consejos, el tratamiento hay que hacerlo cuatro veces al año (marzo, abril, junio y septiembre) aunque se ha retrasado en el actual porque las temperaturas han sido bajas y el picudo se mueve a partir de los 22 grados. La primera recomendación para todos aquellos propietarios de palmeras localizadas en zonas de presencia de la plaga “es realizar una vigilancia estrecha de los ejemplares en busca de insectos y que se actúe contra ellos”, según piden desde el departamento de Medio Ambiente que dirige Esperanza Martínez. Desde el Ayuntamiento avisan y reiteran a los propietarios de jardines con palmeras, para que continúen desarrollando una vigilancia estrecha de los ejemplares que posean, «ya que no se debe bajar la guardia y hay que tratar las palmeras de alrededor del ejemplar infestado a fin de permitir la captura de los insectos adultos y constatar la entrada de los mismos en la zona. En caso de saneamiento, la poda debe acompañarse de un plan de tratamientos con insecticidas periódico tanto de la palmera afectada como de las de su entorno inmediato». Si a los vecinos con palmeras particulares les surgen “dudas o dificultades para realizar el tratamiento necesario, desde el propio Ayuntamiento facilitarán el acceso y los operarios municipales aconsejarán al respecto”. En caso de que una palmera privada se vea afectada, es obligación de su dueño realizar el correspondiente tratamiento y (llegado el caso) la tala y cremación de la misma, o desde los servicios de Medio Ambiente se adoptarán las medidas correspondientes, para evitar males mayores en el resto de palmerales públicos y privados. PALMERAS TALADAS. Hay que recordar que el Ayuntamiento actúa contra el Picudo desde diciembre de 2012, año en el que se detectó la plaga en Alicante y se transmitió a otras localidades, y que en 2018 fue necesario talar algunas palmeras afectadas por la plaga, como las ubicadas en el jardín del edificio del antiguo Matadero Municipal y otra en la Avenida de la Constitución, “con el fin de evitar su propagación, aplicando las normas y consejos aportados desde los diferentes departamentos medioambientales”.