«La Ley de Transición Energética se queda más que corta»

Ana Martínez
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Maite Mompó es directora en España de la campaña Stop Ecocidio de Protectores de la Tierra

Maite Mompó. - Foto: Miguel Ángel Cuesta.

Tiene un interminable currículum en la defensa del medio ambiente y del planeta. Su amor por el mar la llevó a embarcarse en uno de los barcos de Greenpeace que le aportó una experiencia inolvidable, un conocimiento profundo sobre los problemas marinos y hasta un libro. Hoy, la albaceteña Maite Mompó sigue por tierras mediterráneas trabajando como directora en España de la campaña Stop Ecocidio del movimiento Protectores de la Tierra.

Dice que urge conseguir la Ley del Ecocidio para detener la destrucción masiva. ¿Qué es ecocidio?

El ecocidio es el daño o destrucción masiva de ecosistemas, lo que conlleva la pérdida de hábitat de los seres que los habitan, tanto humanos como no humanos. Como no es delito causar estos daños irreparables a la naturaleza, la impunidad con la que actúan las corporaciones que causan ecocidios es total a nivel penal. Como mucho, en algunos casos se ha llegado a condenar a empresas que pagan la multa y simplemente continúan dañando. Para parar esto necesitamos una ley penal universal que señale a los responsables de ecocidios, directivos de corporaciones, miembros de gobierno, etc., y los siente en el banquillo de acusados en la Corte Penal Internacional. 

¿En qué consiste la campaña Stop Ecocidio?

Esta campaña persigue un solo objetivo: conseguir una ley internacional para proteger a la Tierra. Nuestra labor consiste en difundir el mensaje de que podemos conseguir esta ley, la Ley del Ecocidio, que es factible. Todo comenzó cuando la abogada británica Polly Higgins abandonó su carrera y vendió su casa para convertirse en abogada de la Tierra y ver la vía para introducir un quinto Crimen contra la Paz en la Corte Penal Internacional (CPI): el crimen de Ecocidio, que ocupará así un lugar junto al Genocidio, los crímenes de Guerra y los crímenes contra la Humanidad.  Polly se encontró con que los países que quieren sacar adelante esta propuesta internacional no tienen recursos económicos, pero curiosamente están al frente de la crisis climática. Se trata de los estados insulares del Pacífico, Índico y Caribe, fundamentalmente. Fue así como inició una campaña de micro mecenazgo creando el Fondo Fiduciario de los Protectores de la Tierra para apoyarlos. Cuando te haces protector de la tierra, apoyas a estos países y también adquieres un compromiso de proteger al planeta. Necesitamos difundir nuestra campaña Stop Ecocidio, porque llegado el momento de la votación tenemos que ser  muchos para tener peso y que nuestro gobierno apoye la creación de la Ley del Ecocidio en la CPI.

El confinamiento de la sociedad mundial ha reducido a niveles antes insospechados las emisiones de dióxido a la atmósfera, ¿seremos capaces de mantenerlos o, por el contrario, piensa que olvidaremos esta pandemia y retomaremos nuestra forma de vivir?

El confinamiento ha hecho reflexionar a una parte de la población que ha concluido que realmente lo estábamos haciendo muy mal con el medio ambiente y que si el mundo ha parado ante una emergencia sanitaria, también puede parar y rectificar ante una emergencia que está ya golpeando  no solo a los humanos, sino a todos los seres vivos: la emergencia climática medioambiental que incluye la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Tras el Covid19 no podemos volver a la normalidad, eso sería un suicidio. Confío en que seamos lo suficientemente valientes y numerosos como para aplicarlo a nuestras vidas y contagiar a los que aún dudan de que se puede cambiar: cuestionar nuestras necesidades reales y modificar nuestros hábitos para llevar un modo de vida en que se dañe lo menos posible el medio ambiente y, a nivel de gobierno, aprobar políticas de decrecimiento y otras formas de economía  como, por ejemplo, la economía circular que el gobierno holandés ha puesto en marcha. En Protectores de la Tierra tenemos una frase de Polly que dice «lo primero es no causar daño» y, a partir de ahí, pongámonos a construir una forma de vida que esté en armonía con el resto de la vida en el planeta. A todos nos gusta la naturaleza, la gente estaba encantada viendo a los animales salvajes tomando el territorio ocupado por los humanos que, de repente, habían desaparecido... ¿Cómo es posible que entonces miremos para otro lado cuando nos llegan las noticias de la destrucción masiva de los pocos entornos naturales que han sobrevivido a la voracidad de nuestro sistema económico y social ? Si tanto nos gusta la naturaleza, protejámosla de verdad. Las empresas que vienen de occidente son las que están arrasando con el mundo natural en el sur global y esto tiene que terminar. Y a esto hay que añadir la evidencia científica de que este virus, como otros parecidos que han ido apareciendo en los últimos años y que también han causado pandemias,  tiene su origen en la pérdida de biodiversidad planetaria. Formamos parte de la cadena de vida global: cuanto peor le vaya a la salud del planeta, peor le irá a la salud humana. 

En este mismo sentido, los océanos se han recuperado e incluso hemos visto fauna paseando por las calles. ¿Qué está pasando?

Ha sido precioso ver cómo los animales curiosos se adentraban en nuestro territorio, pero ha sido más simbólico que otra cosa. Claramente ha disminuido la contaminación atmosférica y en algunos lugares la recuperación ha sido espectacular como, por ejemplo, ha sucedido en Venecia con la calidad del agua de los canales, pero habrá sido meramente un bello paréntesis si volvemos a esa normalidad que había llenado esos canales de contaminación. En cuanto a los mares, la esquilmación de los últimos grandes bancos de pesca ha continuado y a las costas han seguido llegando plásticos y otros residuos que hemos generado y pensemos que, en este caso, el consumo de plástico se ha disparado bajo el mantra de usar y tirar en vez del mucho más lógico desinfectar, lavar y reusar. Yo vivo en el campo y este año ha llovido mucho, así que los agricultores han continuado echando herbicidas en vez de desbrozar. Es otra prueba más de que aún no hemos interiorizado el hecho de que todo está conectado: si envenenas el campo, estás envenenando el planeta y nosotros mismos estamos siendo envenenados. Basta con advertir el increíble aumento de los casos de cáncer y otras enfermedades degenerativas que están directamente relacionadas con esto. La mayoría de nosotros aún no ha interiorizado la conexión que hay entre nuestra salud y la del planeta. La mejor garantía para nuestra salud es un planeta lleno de vida, no lleno de basura, venenos y esquilmado. Usemos la razón y también el corazón. Con la reclusión también espero que se haya hecho la reflexión de que es muy duro perder la libertad y verse encerrado entre paredes. Pensemos en ello y hagamos por devolver a su medio natural a todos los animales en cautividad por puro entretenimiento. 

Esta semana, el Consejo de Ministros ha remitido la Ley de Cambio Climático y Transición Energética al Congreso, al parecer un hito en nuestro país, ¿está de acuerdo?

Estoy de acuerdo que es un hito histórico que se haya hecho una Ley de Cambio Climático pero, realmente, ya iba siendo hora. El Reino Unido, por ejemplo, aprobó la suya en 2008. Además, es una ley claramente insuficiente.

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