Experiencia gastronómica y cinematográfica

A.D.
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Abycine acogió una sesión con cuatro destacaos chefs que crearon sus platos a partir de cortos

Experiencia gastronómica y cinematográfica. - Foto: Arturo Pérez

Desafío Gastroexperience es otra de las propuestas innovadoras que Abycine patrocina y  de nuevo, reunió a cuatro importantes chefs en la sesión de ayer en el Capitol, que respondieron al reto de crear a partir de un corto. Francis Zafrilla fue el maestro de ceremonias de esta cita, presentando a los chefs participantes y sus platos.

Quique Cerro de nuevo se encargó de coordinar esta propuesta que combina cine y gastronomía, maridando con vinos de la Denominación de Origen Jumilla, de los que ayer se sirvieron ocho distintos en la sesión.

El cocinero albacetense destacó que después de un año de parón por la pandemia, «volvemos a repetir de la mano de Abycine, en el cine Capitol, ocho cocineros que se dejan sus restaurantes para compartir una jornada diferente y, sobre todo, por el reto que supone para cada uno de los cocineros inventarse una tapa, viendo un corto, un reto para todos que es una bonita forma de pasar el día, por supuesto que lo es también para los espectadores que degustan todos estos platos».

Destacó Quique Cerro que, al final, para el cocinero, «que tiene que estar innovando, creando platos cada día en su cocina, esto no deja de ser otra fuente más de inspiración, porque es una propuesta original, ver cortos de diferentes partes del mundo y crear, es divertido y nos viene muy bien».

Son cuatro propuestas distintas para la sesión del domingo, añadió Quique Cerro, de otros tantos cocineros, «ninguno local porque se trata de dar una visión distinta y, como el propio festival, que tenga una repercusión, con amigos que vienen de Navarra, Madrid, Cuenca o Málaga, cuatro visiones diferentes para cuatro cortos, con una experiencia tanto visual como gastronómica que fue increíble para el espectador».

Para 028, un corto de animación centrado en la ciudad Lisboa, Sergio Garrido, se inspiró para crear su tapa en el bacalao típico y un dulce de la ciudad, un pastelito de nata. Así que apostó por un pastelito salado, aderezado con bacalao ahumado, sin olvidar de dónde venía él, Málaga, por lo que incluyó aceite de oliva andaluz.

Mari Paz Martínez, de Marlo, lo tuvo complicado con un corto ambientado en Tailandia, No voice, de Jia Jie Yu Yan, por lo que creó un nigiri de arroz, típico de la comida oriental y, como el corto, destacó la creadora, era un tanto agridulce, le puso un toque de foie con turrón de Jijona y una reducción de vinagre de módena, con un chudnei de plátano para apoyar a La Palma en estos días tan complicados. 

Miguel Ángel Mateo, de El Acebo de Boadilla del Monte, creó inspirándose en un corto como Ascenso, de Juanjo Giménez, y aprovechó también para dar un toque agridulce, como el que tiene el deporte en sí, con un tartar de atún con mango, salsa de soja, caramelo, también muy valorado por el público asistente.

María Alcaraz preparó, inspirándose en la historia de Las puertas del paraíso, de Lorenzo Pascasio,  un tataki de vaca, con una compota de manzana, membrillo y polvo de pistacho verde.

Valoró Quique Cerro la propuesta, aunque en esta ocasión él no cocinase, «porque de lo que se trata es de que disfruten otros compañeros, yo lo hice en la primera edición y me ha tocado coordinar, pero creo que es muy divertido para la gente encontrarse con cosas nuevas y conocer otras gastronomías, ver qué tipo de cocina se hace en otras partes y, tenemos la suerte que hay muchos compañeros que quieren venir, conocer Albacete y su gastronomía, trayéndonos la propia y, si conseguimos exportar nuestros productos y empaparnos de lo que nos traen, creo que conseguimos el objetivo del festival, repercusión y que cada año los cocineros quieran venir».