Ricardo Beléndez, director gerente de Cultural Albacete, es también un  excelente fotógrafo, como todo el mundo podrá ver en la exposición ¡Al agua pájaros!, que inaugura hoy, a las 18,30 horas, en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha de Albacete, donde se podrá visitar hasta el día 26. 

Otra faceta que también tiene que ver con el arte. 

Llevo haciendo fotografías de naturaleza, de gente, de monumentos, toda la vida. Recuerdo que mi padre me regaló una cámara porque me gustaba hacer fotografías a los pájaros y descubrí después a un señor, Antonio Manzanares Palarea, que hacía fotos que eran joyas. Tuve con el una gran amistad y me enseñó muchas cosas.  También mi gran amigo, Juan Zamora, me ha ayudado muchísimo, que es el que me lanzó, con esos teleobjetivos y cámaras, de otra manera.

Pero esa faceta, como fotógrafo, no era conocida. 

Es verdad, pero cuando llegó la pandemia recuerdo que La Tribuna de Albacete publicó una fotografía que hice desde la ventana, con una gorriona sacando la suciedad de donde iban a anidar y el macho estaba arriba. Hubo mucha gente que la vio, entre otros Juan Picazo, profesor de la UP,  que me pidió que participase en Aves desde la ventana y así comenzó todo. 

Hizo una exposición en Librería Popular. 

Así fue, un adelanto de lo que me pidió el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, que sabía de mi gusto, una exposición que tenía que ver con el Día Mundial del Agua y decidí hacer una muestra que tenía que ver con sus lagunas y con otros pájaros que utilizan el agua, pero no se trataba de pájaros acuáticos. Bueno, del dicho Al agua pato, viene ¡Al agua pájaros!

En este caso, ¿todas son aves de Albacete?

Sí, el director del Jardín Botánico, Pablo Ferrandis, me dijo que si hacíamos una exposición ahora, y eso hemos hecho, muy diferente porque todas las fotografías están hechas en Albacete, todas las aves de la exposición están fotografiadas aquí. Por ejemplo, ver un gorrión bañándose en un charco lleno de nieve, cuando la famosa Filomena, creo que puede chocar a la gente. Hay muchas fotografías que son inéditas y lo más cercano a las aves acuáticas es una cigüeñuela, el resto nada, un águila real bebiendo agua, un piquituerto en el agua, incluso alguno bañándose para quitarse parásitos; otro intentando cazar un mosquito. 

¿Son 23 fotografías?

Sí, 22 en la exposición y otra fuera de exposición, la 23 que es una muy curiosa, que fue noticia, porque este invierno vimos un pajarito, un ruiseñor coliazul, una hembra joven que decidió venir a Albacete y parece que sólo se vieron dos en España. Lo tengo en una rama, después de haberse dado un baño.  

¿Cuál es la imagen que más le gusta?

De la exposición hay dos que me gustan muchísimo. En una de ellas se ve un martín  pescador que tiene un pez en el pico, que es el cartel de la muestra, y la otra, es una aguilucha lagunera, y para fotografiarla, no hay que irse muy lejos, al Canal de María Cristina, y justo hice la fotografía cuando se tiraba al agua. Bueno, por otra parte, la más complicada fue una que hice  también el Canal de María Cristina y me costó tres días, es de una golondrina. En esto también tienes que apreciar la suerte para tomar algunas imágenes.

¿De dónde saca tiempo para esas fotografías?

Muchas de ellas están hechas de madrugada, un sábado o un domingo muy temprano y algún día de vacaciones, como estas últimas, que he hecho fotos en lagunas de Toledo. Ayer mismo, cuando venía de colocar la exposición, a las 18 horas, me fui a la Pulgosa y justo vi en el césped una  familia de abubillas y saqué una fotografía preciosa,  a una con la cresta levantada.  

¿Es necesaria una cámara muy especial para hacer este tipo de imágenes?

Depende. Hay fotografías que tienes que hacer a casi 200 metros, pero otras las puedes hacer relativamente cerca. Hace falta equipo, ahora, no demasiado costoso, porque hoy  unan buena cámara la puede comprar cualquiera, no es exagerado, aunque sigue habiendo equipos carísimos, por supuesto. Luego, hay que tener suerte y amigos, como Cáceres o Julián, que es de Isso, que te enseñan muchas cosas.