El Pleno del Parlamento autonómico aprobó este jueves la última ley de la legislatura, la de Agricultura Familiar y de Acceso a la Tierra en Castilla-La Mancha, solo con los votos del Grupo Socialista. La oposición, compuesta por el Partido Popular y Ciudadanos (Cs), se mostró muy dura con una ley que, aseguraron sus portavoces, «expropia» la tierra a los agricultores. 

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, aseguró que la ley no incomoda a ningún agricultor o ganadero de la región, algunos de ellos presentes en la tribuna del salón de Plenos, pues el Gobierno regional, aseguró, «no tiene derecho sobre la propiedad y no lo está ejerciendo» como denunció la oposición. «No quitamos tierra a los agricultores, al revés, damos acceso a ella», dijo Martínez Arroyo, y facilitamos así el relevo generacional, uno de los mayores problemas que afecta al campo. 

«Si no actuamos todo irá a peor, si no facilitamos tierra a los jóvenes todo irá a peor», añadió el consejero, que recordó que el Ejecutivo de Page ha invertido 150 millones de euros para ayudar a incorporarse al campo a 4.000 jóvenes. En este punto, criticó duramente la intervención de la portavoz 'popular', Lola Merino, de la que aseguró que nunca ha defendido al campo castellano-manchego, por lo que «nunca les podrán votar» en las urnas. 

Fue el turno de la diputada socialista Joaquina Sáiz, ponente del dictamen aprobado en la Comisión de Agricultura. Sáiz aseguró que el Gobierno autonómico defiende como ninguno a los jóvenes y a las mujeres para que se incorporen al campo y pone encima de la mesa soluciones a los problemas de los agricultores y ganaderos como el acceso a la tierra. 

Argumentos que no compraron ni la portavoz de Cs, Elena Jaime, ni la diputada del PP Lola Merino. Jaime sostuvo que la ley tiene «más baches que los caminos que dice que arregla la Junta» y «en nada se parece a la realidad» del campo castellano-manchego.

La parlamentaria de Cs defendió las enmiendas de su Grupo que quedaron vivas para su debate en Pleno, argumentando que todas ellas «traen beneficios al campo». En cambio, añadió, lo que propone el Gobierno es una «expropiación» y «creemos que el derecho a la propiedad es incuestionable». 

Merino fue aún más dura con el Gobierno regional. La diputada comenzó su primera intervención asegurando que el discurso del consejero le puso «los pelos como escarpias, pues miente y lo sabe». A su juicio, el Ejecutivo comenzó mal la legislatura y la acaba peor. 

Adelantó que no iba a defender las enmiendas de su Grupo que quedaron viva para su debate ayer porque sabía que el PSOE las iba a rechazar. Así que, «vamos a ser directos, retiren la ley porque Page quiere quitarle la tierra a los agricultores para dársela en usufructo a otras personas durante 25 años. Esto es una expropiación y una ocupación ilegal de la tierra. Es la mayor barbaridad que he escuchado en mi vida», censuró.

Sostuvo que el Gobierno va a actuar «al más estilo bolivariano» y lamentó que si en cuatro años no han sido capaces de solucionar los problemas del campo, con esta ley los van a agravar más.

Es por ello que, si el Partido Popular logra la Presidencia de Castilla-La Mancha en las elecciones del 28-M, derogarán esta ley y recuperarán el Plan Nacional del Agua y crearán otro regional para ayudar de verdad a los agricultores y ganaderos de la comunidad.