Dicen que nunca segundas partes fueron buenas, pero a veces los refranes afortunadamente se equivocan, porque se repitió el cartel triunfador del año pasado, con el mano a mano de Pinar y Serrano con los toros de Victorino, saliendo los dos en hombros y este año se ha vuelto a conseguir, con una buena entrada que cubrió los tres cuartos de los tendidos de la plaza.

Emoción, incluso miedo en los tendidos, se reflejaron en las caras de los aficionados, algunos de ellos, sin poder comer el bocadillo en el descanso, porque se les «hacía bola», con el gaznate más seco que el papel de lija. Al final, la felicidad volvió a sus rostros y se fueron a despedir la feria como se merece y a brindar por sus toreros que demostraron tener más garra que algunas figuras que han pasado este año por nuestro abono.

Y ahora llega el momento de los agradecimientos y empezaré por esos pedazos de profesionales que todas las mañanas organizan los corrales y el sorteo. Tengo que nombrar a Jesús Romero, a Juan Delamo Munera, a Miguel Ángel Sánchez y Rafael Expósito, que gracias a sus atenciones nos han facilitado todos los días nuestro trabajo para que puntualmente hayan tenido la información completa del apartado en la edición digital de La Tribuna de Albacete y no me puedo olvidar de Pepe Junquera, que me ha facilitado información crucial para este menester.

Y dejo para el final a la excelente cuadra de caballos de picar del Pimpi de Albacete, ahora dirigida por el nieto del Pimpi, Oscar Cantos, que bajo los consejos de su abuelo ha llevado a esta cuadra a ser un referente del panorama taurino nacional. Y todas las tardes, Juan Cantos Pimpi de Albacete ha seguido haciendo el paseíllo con torería junto a su nieto. Enhorabuena.