Para abaratar la cesta de la compra hay que rebajar costes

SPC
-

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes pide una reducción de gastos en las explotaciones mediante la aplicación de la doble tarifa o bien un IVA del 5%, algo que repercutiría en el consumidor

Para abaratar la cesta de la compra hay que rebajar costes - Foto: Rueda Villaverde

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), que representa a más de 500.000 agricultores y más de dos millones de hectáreas, pidió hace unos días una rebaja de los costes de producción para abaratar la cesta de la compra. Su presidente, Andrés del Campo, aseguró que es más efectivo reducir los costes de producción que topar precios o «hacer culpables a los que no lo son», en alusión a los agricultores. Del Campo, en una jornada técnica celebrada por FENACORE, llamó a promover un plan de acción política coordinado para «tomar las riendas de la situación» y blindar el abastecimiento de alimentos ante posibles rupturas de las cadenas de suministros.

Para ello instó al Gobierno a poner en práctica medidas como la implantación de la doble potencia eléctrica para el regadío y la rebaja del IVA al 5%. Según sus cálculos, esta rebaja del IVA, que actualmente soportan los suministros domésticos, ayudaría a los agricultores a abaratar más de un 30% su factura eléctrica, después de que el recibo de la luz de los regantes haya aumentado más de un 600% en el último año, aseguró el representante de los regantes.

Del Campo insistió en que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) debe elaborar y promulgar el reglamento que regula el contrato de doble tarifa para el riego en el plazo de seis meses, como ha dispuesto un reciente fallo del Tribunal Supremo. Además señaló que la bajada o supresión del IVA a ciertos alimentos básicos impulsada por el Gobierno «no se ha notado» y exigió el desarrollo de infraestructuras como balsas de riego y trasvases. «El fuerte incremento de los costes de producción, la sequía y la falta de infraestructuras hacen que parte de nuestro sector esté con el agua al cuello», sostuvo Del Campo, que destacó que el regadío es el «motor» que garantiza el abastecimiento de alimentos en plena crisis de precios.

El presidente de FENACORE criticó la nueva planificación hidrológica porque «no garantiza el agua para el regadío» en un momento «preocupante» por la escasez de agua y el bajo nivel de las reservas hídricas en esta época del año, por lo que pidió un «giro radical» en los planes de gestión del agua, que sufren de «contaminación política», según dijo. Además subrayó que ninguna población en España tendrá restricciones de agua por culpa de los cultivos de regadío porque así lo establecen la Ley de Aguas y los planes de sequía de las confederaciones hidrográficas, que priorizan el uso para el consumo humano. Del Campo también reclamó más fondos europeos al Ministerio de Agricultura para avanzar en el proceso de modernización de regadíos, que tienen un bajo consumo de agua en casi 8 de cada 10 hectáreas regadas en España.

En la jornada, el subdirector de Planificación Hidrológica del MITECO, Víctor Arqued, animó a los regantes a participar en el procedimiento de consulta pública que se acaba de abrir para los planes de sequía. Estos planes consisten en mecanismos de gestión que permiten superar los momentos de escasez sabiendo lo que hay que hacer «con antelación para evitar la conflictividad», destacó Arqued.

Soluciones a la sequía.

En cualquier caso, las comunidades de regantes en España se están adaptando a la falta de agua con soluciones tecnológicas que van desde las sondas de humedad hasta el riego subterráneo digitalizado, el telecontrol de las infraestructuras o la gestión integral de los acuíferos. Durante la jornada celebrada por FENACORE, los responsables de varias de estas comunidades pusieron sobre la mesa las alternativas que manejan frente a la disminución de las dotaciones de riego para sus cultivos.

Desde el Campo de Cartagena (Murcia), el secretario de su comunidad de regantes, Mariano Soto, explicó que llevan años empleando agua desalada y reutilizada a pesar de su mayor coste, pero su principal recurso sigue siendo el agua del trasvase Tajo-Segura, que sufrirá un recorte con la nueva planificación hidrológica. Soto reivindicó herramientas utilizadas en el pasado como las cesiones de derechos de agua o los pozos de sequía, así como el uso de cupos, además de dotaciones para los regantes en función del agua disponible y controladas mediante la digitalización y el telecontrol de las infraestructuras.

También destacó la instalación de miles de sondas de humedad en la zona que han permitido ahorros de un 20% de los recursos hídricos, a lo que se suman los sistemas de teledetección para analizar cómo se cultivan las parcelas. La cobertura en balsas de riego para mitigar las pérdidas de agua por evaporación y la captación de pluviales son otras de las medidas puestas en marcha.

En Andalucía, el secretario general de su asociación de comunidades de regantes (FERAGUA), Pedro Parias, explicó que están aplicando técnicas de riego deficitario en cultivos como el olivar o el almendro y utilizando pozos como dotación complementaria. El cambio de cultivo, como en el caso del cereal de invierno o el girasol de primavera, y el abandono de tierras en el arroz, la remolacha, el tomate y los ajos son otras opciones en cuencas deficitarias de agua como la del Guadalquivir, con los embalses a un preocupante 25% de su capacidad en esta época del año.

Por su parte, el presidente de la comunidad de usuarios de aguas subterráneas de la Masa de Agua Mancha II, José Joaquín Gómez, subrayó los «grandes esfuerzos» que han hecho para anticiparse a la «dramática» situación de escasez de agua y altas temperaturas. Además criticó la falta de medios en la cuenca del Guadiana y el «caos administrativo», que ha llevado a demorar algunos trámites hasta diez años y ha dejado miles de explotaciones pendientes de regularizar. En esta zona, más del 80% del riego es localizado (goteo) y el resto por aspersión, sistemas a los que han incorporado riego subterráneo digitalizado y aspersión a baja presión, «siempre a cargo de los usuarios», según Gómez.