Arturo Álvarez-Bautista, director general y     fundador de Dr. Arthouros Alba Cosmetología Científica, visitó recientemente Albacete. Este doctor  en  Nanomedicina y especialista en cosmética, ejerce también la dirección científica en otras firmas y desarrolla una intensa labor divulgadora sobre productos de cuidado de la piel.  

¿Qué le ha traído a nuestra ciudad?

Vine a ver la función de mi amiga Silvia Congost, Objetivo amarte, en el Auditorio Municipal y estar con ella en su estreno, ha sido la mejor excusa para hacer el viaje de mi vida porque, a pesar de no haber estado nunca antes aquí, con Albacete tengo una anécdota muy divertida. Desde hace unos 15 años mi amiga Bárbara, de Málaga, y yo, queríamos venir a Albacete. Mientras otros planean viajes a Nueva York, nuestro destino elegido era Albacete. 

En principio era un viaje exprés por amistad y para el ocio y el buen comer pero he de confesar que he descubierto una ciudad preciosa, muy especial y con una cantidad abrumadora de empresas. Creo que, a pesar de estar a un paso de Madrid, Albacete es una gran desconocida que merece más de un viaje. 

Entonces, ¿no hay ningún lazo entre Arturo Álvarez y Albacete?

Lo hay, y más de uno, porque, aunque no había estado antes en Albacete, tengo buenas amistades profesionales en La Roda y Hellín. Además, mis fórmulas llevan en vuestras farmacias desde su lanzamiento. 

Debido a que el clima en esta zona abarca una horquilla con extremos tan distantes, tengo muchas pacientes preocupadas por el cuidado de su cutis que recurren a mi diagnóstico de la piel. 

¿Nuestro clima nos une?

Muchísimo. La piel requiere de un cuidado constante y más con cambios bruscos y tantos días de sol. Las albacetenses lo saben y se ocupan activamente. 

Lo sabe bien porque desarrolla una asesoría online, ¿cómo surgió esa opción y en qué consiste?

Hago cinco o seis asesorías diarias, de una media hora con cada personas, y tengo la agenda llena.

El motivo es que muchas veces la gente invierte en productos, pero no sabe cómo usarlos. Al final pagan y no obtienen resultados, porque o bien los productos no son para ellos o no están bien utilizados o combinados.

En las asesorías les pregunto qué tienen para recomendarles cómo usarlo y, si no tienen nada, se lo pauto yo. El cliente lo compra en la farmacia, yo no vendo nada en las asesorías. La gente repite y lo recomienda, porque al final obtiene un resultado.

Abrí durante la pandemia y quizá hice unas 400 o 500 sesiones. Ahora, al mes hago del orden de 100. 

¿Cuál es la edad o el momento en que hay que empezar a prestar una mayor atención al cuidado de la piel?

Pues cuando detectes un problema. Por ejemplo, hay mucha gente que te dice que quiere utilizar retinol (un producto por el que hay mucho interés), pero tienen que tener claro por qué y para qué, porque hay gente de 70 años que no necesita tratar la textura de la piel y otra mucho más joven que sí.

No vas a ver resultados de ningún tipo si el fin de un producto no es tu problema.

En cualquier caso, la teoría dice que comenzamos a envejecer a partir de los 24 años.

Ejerce también una intensa labor de divulgación, tanto presencial como por redes sociales, ¿cree que es necesaria en este sector?

Creo que en la pandemia empezó a cuidarse más, al tener más tiempo, y buscar mucha información. Ocurre como en la medicina, si no eres médico, no eres capaz de cribar toda esa cantidad de datos disponibles y realmente esa información se convierte en desinformación.

Al final tienes un caos mental con tantos productos y principios activos que se hace necesario ese cribado y esa tarea de divulgación. 

Doy clases, muchas charlas a farmacéuticos, algunas de público abierto y lo que hago mucho es destapar el falso marketing, aunque barra para fuera y no para casa. Si soy algo polémico es porque no me importa decir, por ejemplo, que uno de los ingredientes que utilizan varias marcas es falso.