El Partido Socialista Obrero Español retendrá cuatro años más el control de la Diputación Provincial de Albacete, tras obtener una mayoría absoluta de 13 diputados, frente a los 10 que logra el Partido Popular y los dos que consigue Vox.

El 'ayuntamiento de ayuntamientos' es una importante base de poder local. Con 151 millones de presupuesto, sus programas resultan vitales para el buen funcionamiento de los municipios más pequeños, lo de menos de 1.000 vecinos, que son la mitad del total.

El control de la Corporación siempre se sabe después del final del recuento de los municipios, porque los diputados se eligen de forma indirecta, en función del número de votos obtenidos en cada uno de los partidos judiciales de la provincia.

Y ahí reside la clave de este triunfo del PSOE. Aunque los socialistas pierden plazas de gran peso en la provincia, como son Albacete o Hellín, ganaron las elecciones en número de votos, como subraya su secretario general, Santiago Cabañero.

Cabañero, que ya presidía la Diputación desde 2015, subraya que el PSOE ha logrado 379 concejales en la provincia tras alcanzar 83.267 votos, que son 2.359 sufragios más que los obtenidos por los socialistas en los comicios de 2019.

En una primera valoración, reconoce que el dato es "agridulce", sobre todo "por no haberse mantenido la alcaldía de la ciudad de Albacete, a pesar de la gran gestión que ha realizado Emilio Sáez" cuya candidatura obtuvo 4.000 votos más.

Esos 4.000 votos de más, "unidos a la recuperación de alcaldías históricas como la de Almansa, con Pilar Callado, han sido claves para que la Diputación no sólo revalide su signo socialista, sino que lo haga con mayoría absoluta".

A partir de ahora, subrayó el secretaario general del PSOE, la Diputación Provincial de Albacete se va a convertir, "en el motor que va a impulsar las políticas progresistas que la ciudadanía de la provincia necesita".

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