Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


Unidad

27/12/2022

Subrayaba Ortega en su España invertebrada, que uno de los más graves problemas que tiene cualquier sociedad es la falta de unidad, el exceso del particularismo y el qué hay de lo mío frente al qué debemos hacer para todos. Denunciaba allí Ortega esa falta de energía unificadora que permite que el cuerpo tenga vida. La división en todos los campos de la vida nos hace menos fuertes, más frágiles y genera desconfianza. Uno de los grandes males de nuestra sociedad es la falta de unidad. Grave error, pues la historia, incluso la genética y la biología, demuestran que, si los seres humanos hemos sobrevivido, ha sido gracias a la unión como personas y hasta por el trabajo solidario de nuestras células a favor de la vida. Pero la falta de unión no solo es un problema de esta política nacional, incapaz de unirse ante los grandes retos que tenemos por delante, con el gravísimo problema añadido, de esa deslealtad permanente con la Nación de dos de sus territorios históricos. La desunión se percibe también en la familia, en la pareja, en las empresas, en asociaciones, en el deporte, la cultura o en la universidad. Incluso en la Iglesia en la que el Papa Francisco es atacado desde dentro por sectores tridentinos. Cuando el cuerpo social de lo que sea, se mantiene unido es invencible. Y cuando la división aparece, la derrota solo es cuestión de tiempo. La historia de España es un permanente campo de batalla que ha fomentado la división y la discordia. Pero como maestra que es, la Historia nos demuestra que cuando como pueblo español nos hemos mantenido unidos, como ocurrió contra el enemigo francés en 1808 o en la reciente Transición democrática, España ha sido invencible. Lo mismo podríamos decir de este Albacete que afronta un 2023 decisivo en el que se juega ser comparsa regional o creerse de una vez que es capitanía general de Castilla-La Mancha, por población e iniciativa. En esta mi última columna del año, quiero hacer un llamamiento a la virtud de la unidad, en todos los órdenes de la vida. Desde pequeño se me quedó grabada la frase del Rey Juan Carlos que fue el lema de la Transición: Si permanecemos unidos, habremos ganado el futuro.