El Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja en la elaboración de un plan integral en la lucha contra el cáncer que tiene como puntos de partida la extensión de la prevención y el aumento de la inversión pública en recursos tecnológicos y humanos. La propuesta fue presentada en la sede toledana de Afanion ante diferentes asociaciones dedicadas a esta enfermedad. El «ambicioso» proyecto, según lo definió el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, pretende «tratar y diagnosticar» esta dolencia «como en los mejores sitios del mundo». 

La propuesta regional frente a la enfermedad se despliega a partir de tres niveles de precaución. La prevención primaria incluye la promoción de hábitos saludables; la prevención secundaria se refiere al cribado y a la detección precoz; el último escalón se centra en el tratamiento. El Gobierno autonómico presume de haber aunado la expansión de los cuidados a priori con una fuerte inversión en el ámbito de la medicina nuclear. 

El titular de Sanidad cifró en 120 millones de euros la asignación del erario para equipos de tecnología. Se trata de unidades que incluyen personal y maquinaría y que componen cuatro equipos de medicina nuclear en la región. Además, Sanz señaló una inversión de 42 millones en alta tecnología para el diagnóstico del cáncer. «En 2015, teníamos un único PET [tecnología no invasiva de tomografía por emisión de positrones]; ahora contamos con seis PET y siete gammacámaras», dijo el doctor Soriano. El desglose en oncología médica muestra, desde 2015, un aumento del 40% en las plantillas, un 70% más de presupuesto en medicina nuclear y un 90% de inversión extra en radioterapia. 

Los tres programas de detección precoz que ofrece la Junta, en mama, cérvix y colon, alcanzan cifras de participación mayoritarias. El relativo al diagnóstico temprano de cáncer de pecho cuenta con la adhesión del 80% de las mujeres; el de cérvix llega al 64% de su público objetivo. El más reciente, el que busca patologías colorrectales, ya supera el 50% de participantes respecto al total de convocados. 

«El cáncer se está convirtiendo una enfermedad crónica», explicó Sanz. El plan integral que su departamento esboza apunta a una «manera personalizada» de respuesta ante cada caso. Sanidad pretende blindar «una atención igual en toda la región» que se concrete a través del equilibrio en la distribución de recursos. Sanz citó la «medicina de precisión, medicina personalizada, secunciada y genómica» como el escenario del futuro. Asimismo, compromete el esfuerzo del Ejecutivo en la construcción de centros sanitarios. «Seguiremos creando infraestructuras más dignas, menos hostiles».