«Me quedo absolutamente perplejo». Tras unos segundos silenciosos, fue la respuesta de Ángel Viñas Martín al recibir la llamada de Patricio Morcillo, presidente de la Asociación Cultural Albacete en Madrid, en la que le comunicaba que había sido galardonado con el anual premio Albacete Siempre, que otorgan los paisanos de la diáspora en la capital de España socios de esta entidad. El jurado de este título, destinado a personajes no nacidos en la provincia pero que por sus declaraciones u otros actos la citan de manera positiva ayudando a su imagen, lo decidió de manera unánime en la reunión de la directiva del pasado martes. El historiador, nacido en Madrid de padre rodense, y que reside en Bruselas, lo recibirá en su próxima visita a nuestro país para presentar los dos libros que prepara en la actualidad.
Esa referencia tanto a su padre, Arturo Viñas Simarro, que llegó a Madrid a finales de la segunda década del siglo pasado, como a sus orígenes de La Roda de los que tanto presume siempre que puede en entrevistas y conferencias, se centra en sus bellos recuerdos cuando visitaba la localidad durante su infancia, lo que acontecía en Navidades, en las fiestas y en verano, para estar allí con otros familiares. Como es lógico, tras su perplejidad, el premiado manifestó su agradecimiento a la Asociación añadiendo textualmente en su respuesta por escrito que su padre se sentiría muy orgulloso de ese galardón: «Y yo me siento por él, ya que no con él».
Viñas ha acumulado una larguísima y vastísima trayectoria profesional en los variados campos de la economía, el comercio y la diplomatura -con relevantes cargos oficiales en España, en el FMI, en la UE y en la ONU entre otros-, y sobre todo la historia, con más de 20 libros escritos que superan en total las 5.000 páginas publicadas.
Ambos aspectos, su demostrado cariño a La Roda y Albacete, y su brillantísimo recorrido profesional, que también es vocacional, han sido las claves para la decisión unánime de la directiva de la asociación actuando en forma de jurado para que su candidatura, presentada por varios de los socios de este grupo de la diáspora paisana en Madrid. Por cierto que hace unos meses en su habitual viaje a la capital española para presentar su último libro y recoger un premio en el Ateneo, el historiador ofreció una conferencia informal conjunta para estos paisanos albacetenses y los socios de la Casa de Castilla-La Mancha.
Precisamente Morcillo, catedrático de Economía, en sus palabras a La Tribuna, quiere destacar que aunque el galardonado es economista de formación, «ha desempeñado unas extraordinarias funciones en instituciones políticas, culturales y sociales españolas, europeas y mundiales». Igualmente, fruto de sus exhaustivas investigaciones, consultando múltiples fuentes de información nacionales e internacionales, ha publicado además de montones de libros numerosos artículos de referencia histórica. «De esta forma, se ha convertido en un intelectual de reconocido prestigio mundial, como tiene demostrado, al igual que su amor por sus orígenes».
Prestigio ganado a pulso durante casi medio siglo merced a esas investigaciones, para las que ha recorrido archivos no sólo españoles, sino de un puñado de países. Por lo que, más o menos, siempre presume de que al margen de sus creencias, todos sus obras «están basadas en datos y documentos, al margen de la opinión previa de su autor». Algo que tampoco oculta que no suele ocurrir con algunos de sus teóricos colegas «o seudocolegas», precisa.
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