La cita con el Festival LeturAlma es en julio, los días, 20 21 y 22. Una cita única con María Rozalén y un gran elenco de artistas que consolidan esta propuesta como una de las citas más atractivas del verano, en plena naturaleza, en un marco difícil de igual, por el entorno natural y los músicos que acompañan a la albacetense en esta cita en Letur. Es María Rozalén la que nos da algunos datos de esta edición 2023 tan especial.

Tras la recuperación de LeturAlma tras la pandemia, ¿cómo se presenta esta edición?

Con el cartel que tenemos, esta fuertecica la cosa. Creo que cada año vamos dando pasos hacia delante y hay muchísima variedad. Es como un cartel muy familiar. De repente tenemos a Reincidentes, Seguridad Social o Zoo, pero hay folclore también con las rondas. Nosotros va a ser de los poquísimos conciertos que daremos este año. Es muy especial también porque está Kanka, ya que  todo esto empezó con Kanka y nosotros tocando en la plaza del pueblo; también están Tanxugueiras. De rente grupos que cantan en gallego, otros en valenciano, hay muchísima mezcla y será la primera vez que tengamos muchos escenarios diferentes en todo el pueblo, durante todo el día, que serán gratuitos. Como el gran problema es el alojamiento, por que en la Sierra hay lo que hay en cuanto a alojamientos, en el camping, en el glamping,  que es una cosa muy moderna donde llegas y lo tienes todo hecho, se están dando muchos pasos adelante para que toda la gente que quiera venir, cada vez esté mejor, así ahí estaremos y todo empieza el jueves 20, con un artista sorpresa en la plaza del pueblo. Hasta que no pase no me creo lo que va a suceder. Evidentemente, no lo puedo decir, pero le diría a todo el mundo que vaya.  

Está ya muy cerca.

Sí, el 20 de julio empieza todo, con este concierto en la plaza del pueblo, 21, 22 y el 23 los restos, porque la gente no deja de cantar y hay actividades también para los niños, para toda la familia y a todas horas.  

Incorpora al cartel otro nombre albacetense, Karmento.

Claro, ya teníamos ganas desde hace tiempo, pero este año va a ser muy especial tenerla con nosotras y, bueno, otra cosa que va a ser muy guay, es que será la primera vez que vamos a hacer conciertos inclusivos,  porque la idea es que sea un festival al que puedan venir también personas sordas y habrá muchos conciertos con intérpretes de lengua de signos y artistas sordos también.  De la tierra va a estar Karmento, viene Collado y todos nuestros hermanos de Tarancón, de Cuenca, que vienen todos los años, es hermandad pura. Viene mucha gente de la tierra, como tiene que ser. 

Pura mezcla, pop, rock, folclore,  ¿todo tiene cabida en LeturAlma?

Se mezcla todo. Hay de todo, cantautores, algo como más lentito, cosas más modernas, como las Tanxugueiras, que dentro del folclore también es muy moderno lo que hacen y hay rock. Para mí la música es eso y como es un festival tan especial, tan  para todos, pues me parece muy guay que haya gente que vea a Reincidentes y luego, por las calles a gente que baila una jota y que se mezcle con la gente mayor del pueblo. Lo que hace especial LeturAlma es que el entorno es único y la intención es visibilizar cómo es la vida en los pueblos y que se mezclen unos con otros y que la excusa sea la cultura, el arte, que es, al final, lo que nos hace sobrevivir. 

¿Por qué restringió tanto los conciertos este año?

Porque había que parar en algún momento, pero eso no lo llevo bien. Han sido 12 años de no parar nada, pero nada, y ahora me estoy dando cuenta de la caña que he llevado y que llevo porque, al final estoy trabajando un montón desde el silencio, porque estoy componiendo y no paro, porque estuve hace poco en Colombia,  con una ONG sí que hicimos un concierto en La Habana, he estado en la benéfica de Rodrigo Cuevas. También te das cuenta que hay mucha gente en toda la Península que está haciendo mucho para ensalzar el mundo rural. Necesitaba en teoría parar y solo tenemos cinco o seis conciertos en julio, de Matriz, del disco de folclore y espero que dentro de unos meses voy a poder enseñaros material nuevo, de mis composiciones.  

¿Pretendió con Matriz revitalizar el folclore?

Mira, yo con Matriz lo que quería era pegarme mi capricho. Era mi décimo aniversario y yo vengo del folclore y al folclore vuelvo todo el rato y cada vez más, me parecía la manera más bonita de dar las gracias a la gente de mi país, que me ha cuidado tanto durante estos años, cantándole las canciones tradicionales de cada lugar. También hay un vínculo sentimental fortísimo conmigo y con los míos, por eso fui a cantar a la tumba de mi padre y mis abuelos. Quería cantar esas canciones que son importantes en Euskadi, Cataluña, Galicia, Andalucía, en tantísimos lugares que están en el disco. A mí, igual que cuando vienen a Albacete, a Castilla-La Mancha, me gusta que la gente sepa qué nos gusta comer, cuáles son nuestros palabros, que se interesen por los míos, por mis antepasados, de esa misma manera lo hemos querido hacer con Matriz, y la verdad es que ha dado y está dando mucho que hablar, creo que para bien, porque es un disco en el que, sobre todo, una se siente muy orgullosa de haber nacido aquí, en un país tan colorido, tan rico, tan brutal. 

¿Fue para usted todo un reto enfrentarse a cantar en el disco en  otros idiomas? 

Total, por ejemplo catalán con la emigración interior sí controlaba. Mi familia, en Letur, la gente de la Sierra, hay muchísima que vive en Cataluña y sí que escucho catalán desde niña, porque venían mis primas catalanas. Gallego, asturiano y sobre todo euskera, que es la raíz más diferente, me gusta mucho, porque es un reto, sabes lo importante que es cantar en los idiomas de otra gente, porque te abre la mente, hay muchos conceptos que existen en otras lenguas que no existen en la nuestra. Estoy feliz porque la gente ha visto el respeto y el amor con el que se ha hecho y bueno, ahora me han propuesto, en octubre,  cantar con la Sinfónica de Bilbao en un concierto Ura Bere Bidean, que allí es muy grande y siempre lo han hecho euscaldunes. Eso me parece simbólico, más de tender puentes.  

De nuevo, otro concierto con una orquesta sinfónica. 

Sí, he cantado muchas veces con orquesta sinfónica. Me falta la de mi tierra.  

Tantas colaboraciones, ¿enriquece ese punto de vista musical?

Para mí sí, porque yo la música la entiendo como eso que sucede en una sobremesa, que todos cantemos juntos. Es verdad que yo no suelo pedir muchas colaboraciones. En este disco sí ha sido la primera vez que lo he pedido, porque tenía que hacerlo de mano de gente experta en otros idiomas, pero ha sido todo como muy orgánico. Casi siempre me han pedo a mí las colaboraciones  y para mí eso es un halago brutal, porque encima colaboras con gente muy diferente, raperos, rockeros, pop, de todo. Eso que no falte, es lo mejor que me puede pasar, que quieran mi voz en sus canciones.  

¿Falta metal?

Bueno, he cantado con Reincidentes, con Boikot, La Raíz. Metal, punk  así, muy fuerte, aún no, pero nunca se sabe... 

Es lo bueno de la música, hay que atreverse.

Claro, y por ahí seguiré, me atreveré a todo. Con Ska-P, también he cantado, con mucha gente. 

Ha pasado mucho tiempo, muchas cosas, desde el platino de Con derecho a... y 80 veces. ¿Muy satisfecha de esa carera?

Pues ya ves. A veces me sorprende las cosas que me han pasado y han sido tantas y tan seguidas y creo que por eso era también necesario este año, de digerir y de pensar, porque  es que es brutal, es que me han pasado cosas muy fuertes. He cantado con la mayoría de mis maestros y han pasado cosas con las canciones como muy bestias, que parece que van a inmortalizar algo, con La puerta violeta, Girasoles, con Justo, con Vivir. No sé, no puedo sentir más orgullo y más por algo que yo ni siquiera pensaba, no entraba en mis planes, yo iba a ser psicóloga. Bueno, a pesar de que este camino es muy duro por el tema de la exposición,  porque siempre hagas, no hagas, calles o te muevas, siempre vas a dar que hablar, creo que es algo positivo por la otra parte, porque tienes un altavoz e importa lo que dices y lo que haces, entonces, eso es una suerte y un poder. 

Canciones que dicen mucho,  que ya son himnos.

A ver, es mucha presión. Ahora que estoy componiendo, digo, tengo miedo a que no me salgan canciones que lleguen, pero las canciones sobre todo, yo las tengo que hacer para que me alivien a mí, por ahí voy.  

¿Por dónde irá su próximo álbum?, ¿qué nos puede adelantar?

Pues mira, lo único que sí estoy viendo es que, como canto lo que vivo y canto mi vida, evidentemente, desde el último disco de composiciones mías que fue en 2020, estos tres años para mí han sido duros. Se me han muerto muchos familiares, he vivido cosas como muy vitales. Pues eso, amor y muerte, básicamente, entonces noto que tengo algunas canciones que están como muy ancladas en la nostalgia y en la infancia  y en todo lo que echo de menos y otras que son todo lo contrario, vamos a sacar la cabeza y a cantarle al amor y a lo simple, que es lo único importante. 

Musicalmente,  ¿por ese camino de revitalizar el folclore o dará otro giro en el álbum?

Intuyo cosas. A ver, estoy teniendo como mucha influencia latinoamericana y el folclore está siempre ahí, latente, y más después de lo que acabo de hacer. Intuyo también una mezcla como en todos los discos, de repente una canción funky, otra más folclórica..., va a ser eso, porque yo soy así, paso de la risa al llanto en cero  coma y tengo además un equipazo, unos musicazos a los que también les gusta jugar mucho con la música. Entonces muchos estilos y  muchos sonidos, eso seguro.