El cactus americano ya infesta siete municipios albacetenses

Emilio Fernández
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En 2016 ya se hacían campañas para erradicar la plaga en las localidades de Tobarra, Liétor y Hellín pero ahora también se harán en Chinchilla, Elche de la Sierra, Montealegre y Villa de Ves

Imagen de archivo de varios cactus americanos en suelo tobarreño. - Foto: G.G.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha acaba de sacar a licitación el contrato para mantener bajo control en la provincia de Albacete dos especies invasoras de cactus americanos, Cylindropuntia SP y Opuntia SP. 

El coste estimado roza los 123.000 euros y la duración prevista de la campaña es de dos años. Pero lo llamativo del contrato reside en la relación de municipios afectados, que revela cómo estas dos plagas prosiguen su avance por territorio albacetense. 

Si en 2016 el Gobierno regional anunciaba actuaciones contra estos cactus en Hellín, Liétor y Tobarra, en 2024 y 2025 las quiere poner en marcha en cuatro municipios más, que son Chinchilla de Montearagón, Elche de la Sierra, Montealegre del Castillo y Villa de Ves.

 En la provincia de Albacete, el primer núcleo preocupante de 'Alfileres de Eva', también conocidos como 'Cactus de Arizona' se detectó en el término municipal de Tobarra, en el año 2009 y llegó a ocupar una superficie de seis hectáreas cerca del Cerro del Calvario. Muy pronto, estos cactus revelaron su peligrosidad, con varios casos de animales domésticos que quedaron atrapados por sus espinas y sufrieron por ello graves heridas. Al poco tiempo, la Administración regional valló de la zona afectada y restringió el acceso.

Se desconoce cómo pudo llegar a la provincia, si bien es cierto que, por las mismas fechas, se produjeron brotes mucho mayores en localidades de regiones vecinas, como fue Orihuela, donde la superficie afectada fue 10 veces mayor que la de Tobarra. La planta, procedente de las áreas desérticas de Norteamérica, posee una gran resistencia y una alta capacidad de propagación. Según explicaron los técnicos de la Junta, basta una espina en el neumático de un coche para que arraigue en una zona  nueva. Además de impedir el paso, la Junta contrató una empresa especializada para retirar los cactus, una tarea muy complicada pues debe hacerse a mano. Por desgracia, en 2013 se produjo un nuevo rebrote en nuevas zonas de Tobarra y en otras localidades como Hellín. Desde entonces, se han hecho campañas anuales para erradicar esta especie invasora, pero ésta prosiguió su avance  hasta salir de la comarca de los Campos de Hellín y aparecer en la Sierra del Segura, la Mancha y La Manchuela.