Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


La mosqueante Inteligencia Artificial

05/05/2023

Este no quiere ser un artículo más sobre la IA. Menos aún uno de esos comentarios condenatorios, pesimistas, al amparo de las deserciones de gentes como Geoffrey Hinton o Elon Musk. Y espero que me perdone usted esta incursión en mi experiencia propia. Puede que a usted, y por eso lo escribo, le sirva. Porque quizá vaya siendo hora no de descalificar, pero sí de cuestionarnos el respeto acrítico a ese descubrimiento sin duda deslumbrante llamado 'inteligencia artificial'. Que ahí estaba, como hibernando. Hasta que llegó esa aplicación que muchos hemos probado ya, muy en serio o también como un juego más o menos divertido. ¿Un juego? Déjeme que le diga lo que pasó y reflexionemos juntos...

Como tantos, pedí al chat famoso que escribiese un artículo firmado por mí. Tal y como GTP cree que yo lo hubiera escrito. A ver qué salía, una mera curiosidad; ¿sería una experiencia tan asombrosa como otros me contaban?. Tardó menos de treinta segundos en completar 'mi' artículo, escrito con corrección de léxico y de sintaxis y utilizando, sí, palabras y frases que reconozco que empleo con frecuencia.

Lo único es que el artículo 'mío', o sea, de la IA, se decantaba por una idea de fondo que siempre me he cuidado de evitar: me atribuía pronosticar una victoria electoral de la derecha y, de alguna manera, me hacía simpatizante de una de las opciones en liza ante los comicios que nos aguardan este mes y este año. Mis esfuerzos por mantener una ecuanimidad y una independencia que tantas veces me han acarreado en las redes sociales acusaciones de 'tibieza', de 'dar una de cal y otra de arena', y hasta de 'pesebrismo' a favor de según quién, rodaban por los suelos gracias a la muy artificial visión del chat.

Claro, la cosa no tiene más importancia que el riesgo de que alguien, tratando de averiguar lo que hago o no hago -y no estoy hablando de mí, claro, o no solo de mí- se fíe de lo que IA me interpreta, juntando, barajando, mezclando, agitando y sirviendo en la coctelera frases que quizá yo, o quien sea, emplee, pero no en el orden correcto ni con los matices precisos, ni con el raciocinio imprescindible. Ni con las dudas de rigor. Que es lo que un humano debe plantearse ante cada coyuntura: independencia de criterio. Y dudas.

Sucede que, lamentablemente, las personas que deberían expresar su juicio crítico en cada ocasión, plantándose libremente ante cada suceso, ante cada momento de esos irrepetibles que vivimos en la política española, quizá muchas veces se comporten más como sucedáneos de esa IA que nos clasifica, nos etiqueta, nos hace previsibles, que es exactamente lo que uno, modestamente, se ha propuesto no ser: la imprevisibilidad debería ser condición inexcusable para el ejercicio de un periodista. Y eso, la imprevisibilidad, es algo que la IA no puede prever ni comprender, creo.

Y quizá sea en este sentido, mucho más que en esas falsificaciones de fotografías de Trump siendo 'detenido' por la policía, en el que la IA es tan peligrosa para el periodismo: que, en estos tiempos, y a este paso de seguidismo de consignas, de lo políticamente correcto, la muy artificial inteligencia, a la que ni siquiera quiero negar su condición de inteligente, acabará teniendo razón. Y siendo capaz de escribir lo que, desde ciertos partidos e instituciones, desde redes sociales teledirigidas, esperan algunos que nosotros, los informadores y comentaristas, escribamos. O sea, que no nos apartemos del buen camino. El que nos quieren trazar quienes pretenden predeterminar nuestras vidas.

Y conste, ya digo, que no estoy por la descalificación de un avance comunicacional que puede tener múltiples usos que suponen un avance para la humanidad. Lo único que digo es que yo nunca encargaré al ya famoso chat que me escriba artículos como este que, querido lector, está usted viendo: este es, y así seguirá siendo, un artículo artesanal y hecho a mano, si así puede decirse. Aunque confieso que le voy a pedir su opinión al Chat famoso, a ver por dónde sale.