Eduardo Moreno Alarcón presenta hoy, a las 19,30 horas, en EA Teatro, su última novela, Ojos de vidrio, en un acto en el que estará acompañado por la escritora y editora Ana Martínez Castillo y con actuación de Marcelo Cutanda, piano y Julián Paños, guitarra, junto a Cata Cutanda y Frutos Soriano. El autor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de su sexta novela.

¿Por qué publicar ahora Ojos de vidrio?

Bueno, esto ha sido gracias a la editorial InLimbo. Envié el manuscrito a Ana Martínez Castillo, coordinadora de la editorial, y tuve suerte. Le gustó mucho la novela y rápidamente me dijo que estaba decidida a publicarla.

¿Por qué ese título?

Dentro de la historia hay muchas referencias a la mirada. Las miradas son muy importantes, sobre todo porque, como se suele decir, expresan más que las palabras y por ahí va un poco la idea del título. No es algo que estuviera previamente fijado y como en otras ocasiones, surgió al tener la novela completa.  

¿Cuánto tiempo para escribir esta novela?

Pues aproximadamente han sido siete meses.  

¿Cómo surgió el proyecto?

Yo, precisamente, vengo de unas raíces literarias que son los cuentos de terror y hablo como lector. Es un género, el de terror, al que le tengo mucho cariño, lo adoro y lo respeto desde que era un adolescente y descubrí esta literatura. Nunca había escrito una novela de terror y tenía muchas ganas de hacer mi humilde contribución al género de terror. Entonces, llevaba tiempo dándole vueltas hasta que encontré una idea que realmente me conmoviera y al final, resulta que de una noticia que escuché en la radio, hace años, que me impactó muchísimo, un suceso en un pueblecito manchego, surgió esa idea. Al hilo de esa historia, me formé una imagen que me ha estado rondando durante años, me ha estado persiguiendo, con una fuerza oscura arrebatadora, además. Ese fue el germen. 

¿Una trama de ficción?

Es una trama de ficción, ambientada en un pueblo, que podría ser cualquiera, aunque hay vivencias y emociones de mi pueblo, pero no es La Roda, puede ser cualquiera. 

¿Puede hablarnos de esa historia, del argumento?

Ojos de vidrio es una novela corta de terror psicológico, sobre el mal, consustancial al  ser humano, lo que pasa es que no empleo el miedo de sobresalto, de susto. La protagonista es una preadolescente, inadaptada, para crear un  clima tenso. Esta chica  vive atrapara en un entorno muy opresivo, porque la idea es que los lectores sufran y sientan todo lo que sucede a  través de los ojos de la protagonista, es otro guiño al título. 

¿Por qué novela corta?

Bueno, esta novela ha supuesto dos grandes retos, meterme en la piel de una preadolescente, entre 13, 14 años, y el segundo, que está escrita, íntegramente, en segunda persona, es algo que técnicamente es poco frecuente y bastante complejo. A mí me encanta la novela corta y precisamente, si se hubiera alargado más, creo que perdería intensidad.  

¿Por qué utilizar la segunda persona?

Era una obsesión. Que yo haya leído, en segunda persona sí hay cuentos, pero novela, José María Merino, El río del Edén, por ejemplo.

En teatro sí ha hecho incursiones en el género de terror. Yo empecé escribiendo cuentos de terror y tengo un libro Sucesos del otro lugar, que es una antología, donde se recogen relatos de terror, pero dar el salto a novela corta supone un trabajo mayor y tengo tanto respeto al género que no me había atrevido hasta ahora. En teatro, Esconde la mano, es una obra que tiene mucho de suspense y toco lo terrorífico, más desde la ambientación, diría.  

¿Qué recorrido tendrá?

Haremos la presentación en Albacete en EA Teatro. Iremos también a Alicante, Madrid, Barcelona y luego hemos pensado llevarla a la próxima edición del festival Inusual.

¿Qué planes tiene?

Estoy con dos proyectos, uno teatral, que se estrenará próximamente, Desmontando el Edén y además, estoy empezando a escribir un libro de cuentos, con el que llevo un par de meses. Aquí la mezcla es de humor y terror.