El Albacete no pudo ganar y lograr la clasificación matemática para el playoff. El gol de Maikel Mesa en el minuto 38 estuvo a punto de otorgarle los tres puntos a un Alba que trabajó duro en la primera mitad, que tuvo la sentencia en el arranque de la segunda y que sufrió hasta el empate frente a un Alavés que supo despertar y meter en su área al equipo local. Higinio en propia puerta y en el tiempo añadido repartió las tablas entre manchegos y vitorianos.
El Albacete anunciaba junto con la alineación la baja de Dubasin, que con una elongación muscular se puede perder las últimas jornadas del campeonato. El caso es su ausencia obligó a Rubén Albés a realizar algo que dijo no gustarle mucho pero que era una opción en un momento determinado, doblar laterales, colocando por la izquierda a Glauder en defensa y Julio Alonso por delante. Maikel Mesa regresaba a la titularidad y lo hacía en punto junto con Escriche, mientras que atrás, como se esperaba, regresaban Djetei y Boyomo, mientras que Álvaro Rodríguez volvía a ser titular tras perderla por lesión y estar las últimas jornadas como suplente de Carlos Isaac.
El partido comenzó muy tosco. Las intenciones del Deportivo Alavés no eran, precisamente, jugar al fútbol y, mucho menos, dejar que jugase el Albacete. Pero las intenciones del equipo vitoriano no era frenar al equipo de Albés a base de faltas, era forzar al límite las acciones intentando provocar la reacción del árbitro en contra de los manchegos. Acciones que no eran ni falta generaban los gestos de dolor de los visitantes, parando el partido y tratando de que el colegiado mostrase una amarilla. Así, en los primeros siete minutos, apenas se llegaron a jugar dos.
El Albacete tomó el control del balón, saliendo con paciencia de la presión realizada por los vitorianos, pero no encontraba el camino hacia la portería contraria. El balón no tenía continuidad y el partido se convertía en uno de los habituales de esta categoría, un aburrimiento total y sin ocasiones, algo que, no nos engañemos, es lo que más se ve en Segunda. La afición, volcaba con su equipo, trataba de animar y el Alba lo intentaba, pero sin lograr conectar con los de arriba. Julio Alonso mostraba que no era su posición y le costaba entrar por la banda, algo que suele hacer con habilidad y regularidad saliendo desde el lateral. Álvaro Rodríguez lo intentaba, pero faltaba precisión. Riki trataba de hacer jugar al equipo, pero el Deportivo Alavés se defendía con mucho orden, siendo lo único que intentaba.
Fuster se auto generaba una buena ocasión y lanzaba un latigazo con marchamo de gol que un defensa desviaba a córner. Luego Javi López aprovechaba un rebote junto a la línea de banda parea irse hacia la portería y disparar fuera. Contadas y escasas las llegadas de uno y otro.
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