Un negocio ruinoso

C. de la Blanca (SPC)
-

Los llamados a sustituir a Neymar en el Barça han sido un fiasco tras una gran inversión

Coutinho llegó como estrella del Liverpool y en Barcelona no encontró su sitio en el equipo. - Foto: EFE

Pese a que se produjera ya hace varios años, la abrupta salida de Neymar Júnior rumbo al Paris Saint-Germain sigue dejando consecuencias negativas en un Barcelona que no supo acertar en la inversión realizada con el dinero que dejó en las arcas azulgranas en atacante brasileño.

Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho aterrizaron en el Camp Nou en la temporada 17/18 para hacer olvidar la marcha de 'Ney' y, dos años más tarde, Antoine Griezmann se sumó a ellos para conformar un ataque que nunca llegó a cuajar.

En total fueron casi 400 millones de euros por los tres, en un dispendio sin precedentes en la entidad catalana y que el paso del tiempo ha acabado demostrando que no fue nada acertado.

Coutinho se plantó en la Ciudad Condal después de haber liderado a un Liverpool de 'entreguerras' en la Primer. El brasileño era el ídolo de Anfield, donde casi cada fin de semana dejaba una exhibición de juego y habilidad. En el Barça se estrelló: solo jugó 106 partidos, anotó 25 goles y encadenó varias cesiones después de no aclimatarse a un equipo en el que nunca pudo encajar.

La situación de Griezmann fue parecida. El francés se vio desplazado de la posición donde había brillado en el Atlético de Madrid por la presencia de Lionel Messi en el equipo. Aun así, le dio tiempo a llegar a los 100 compromisos con el Barcelona, en los que convirtió 35 goles. El año pasado regresó al Metropolitano para poner fin a una aventura nada fructífera.

Caso aparte

Por último, Dembélé elevó el listón. Cuando parecía que, tras campañas acumulando lesiones e irregularidad en su juego, era uno de los fijos para Xavi Hernández y había alcanzado su mejor nivel desde que aterrizó en el Camp Nou, el francés decidió hacer las maletas y poner rumbo al PSG, cerrando así el círculo que inició Neymar en 2017.

Así, después de una semana de idas y venidas con el pago de una cláusula que podía transformar su valor, el extremo no pasó aún el reconocimiento médico con su nuevo club por falta de unos documentos relativos a su pase y regresó ayer a Barcelona para entrenarse con el equipo, al que formalmente aún pertenece, mientras se termina de solucionar su rescisión de contrato.

Dembélé, que jugará las próximas cinco temporadas a razón de 20 millones de euros por cada una de ellas, ha disputado 185 partidos con el combinado blaugrana, en los que ha anotado 40 dianas y ha repartido 43 asistencias. El galo nunca cuajó, igual que ninguno de los llamados a ser los sustitutos de Neymar.